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Fiorella

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Fiorella...

Elisa me estaba abrazando y manoseando a propósito para que Patrick se pusiera de mal humor. —Míralo, me quiere matar. —soltó una risilla.

—¿Por qué no dejas al padre de mi hijo en paz? —negué sonriendo ante la manera tan infantil que tenían esos dos de pelearse por mí. Elisa sabía que Pat era celoso, y Pat sabía que Elisa solo lo hacía para molestarlo.

Pero una vez que esos dos empezaban una pelea por mí, ni Brian podía detenerlos. Escuche ruido por lo que quite mis ojos de ella, volteando a ver a donde se supone, debían estar los chicos. La escena que me encontré fue la de Patrick derribando a Hugo y comenzando a golpearlo.

—PATRICK, NO —grite instintivamente, porque me daba miedo de que repercutiera en él de alguna forma. Brian no tardó mucho en unirse a la pelea, tomando a Samuel y dándole un puñetazo.

—ESO AMOR, EN LA NARIZ —mire a Elisa quien en lugar de querer detenerlos. Parecía estar arengando a su marido —pártele la cara, por hijo de puta.

—Hay que separarlos. —negué con la cabeza.

—PATRICK, SACALE LOS DIENTES. —ella animo a Pat —BRIAN, BEBÉ. VAMOS, ESE ES MI HOMBRE.

El resto de personas allí dieron un paso atrás, sin intenciones de intervenir, pero muy atentos a la pelea. Desde la universidad esos cuatro se habían llevado mal, pero jamás hubo golpes de por medio hasta ese momento.

—Wow, llegué tarde y la fiesta ya comenzó —vi detrás de mi espalda a Jack. Soltó una risilla mientras dejaba un beso en mi mejilla —tu hombre lo está dando todo.

—Lo va a matar —quise acercarme a separarlo.

—Oye, en ese estado. Vas a salir herida. —me detuvo.

Elisa quien aplaudía y vitoreaba a su esposo, se calló de repente. Mirando con odio a un punto fijo —Claro que si perra, ven —no entendí su cambio de humor hasta que vi a Brian y más específico, a una mujer detrás de él que más que querer separarlos lo estaba manoseando. Dicha extraña, resulto ser una amiga de Charlotte.

—Ya que estamos —Elisa se quitó los tacones y camino hacia la tipa, separándola de su hombre. Las dos comenzaron a jalarse del cabello sin dejarme entender qué demonios estaba pasando.

—Qué bueno es reunirse con antiguos compañeros. —Jack soltó una carcajada —DALE ELISA, ARRANCALE SUS EXTENSIONES.

—JACK.

Él se encogió de hombros, —solo apoyo a una amiga.

Juro que no iba a intervenir hasta que escuche esa chillona e insoportable voz. La pelirroja corrió desde algún lado, —PATRICK AMOR, NO PELEES.

—No lo dijo —murmure con rabia.

—Oh, claro que lo dijo. —mi amigo asintió.

—Jack, cuida mis tacones. —me saque las nuevas sandalias —las compre hoy y son edición limitada.

El Precio de tu CariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora