Patrick...
¿Cuánto tiempo hace que no la veo? ¿Cuántas noches han pasado sin escuchar su respiración lenta a mi lado? Ni siquiera pude llevar la cuenta luego del primer mes. Como un edificio al que se le quita su viga principal, me derrumbe. Pero por mi propia causa, yo la aleje, yo la empuje tan al borde que solo vio la salvación en saltar. La casa se mantenía intacta, como si el tiempo no hubiera pasado y los días no se hubieran vuelto ya un año y medio.
Fiorella desapareció como cuando tienes un sueño hermoso, pero suena el despertador, y regresas a la vida de siempre. En mi caso, aquel bello sueño se fue y me dejo en una pesadilla de la que, aunque quisiera, no iba a despertar.
Mi rutina se había vuelto la misma desde ese día, iba temprano al trabajo y regresaba temprano, esperando que al abrir la puerta de casa, el aroma de sus postres me llenara las fosas nasales, indicándome que ella estaba allí, que había vuelto.
Que la pesadilla, había acabado.
Esa mañana en la oficina estuvo bastante agitada, tuve una visita inesperada. La persona que apareció sin cita alguna, fue ni más ni menos, que su madre Victoria. Una persona que desde que había nacido, supo que jamás le faltaría nada en la vida. Esa persona exudaba elegancia y presencia, y una belleza, la cual su hija había heredado al igual que el verde de sus ojos.
-Buenos días señora Hamilton, ¿Qué la trae por aquí? -
-Hola querido- ella siempre fue amable conmigo, sin importarle que yo hubiera salido de la basura -¿Estas ocupado?-
Negué -No para su familia-
Rio -Que adorable- se acomodó en los sofás que tenía en la habitación y puso una caja vieja en la mesa de café -quería pedirte un favor. - hizo una pausa mientras abría la tapa y me mostraba un arma vieja, la cual descifre que era una Colt, con recámara del .38 Long.
-Wow, se parece a la que usaron para el intento de asesinato de Roosevelt en el 54.-
Soltó una risilla -no se parece, lo es cariño-
-No me jod.. lo siento- me mordí la lengua para no ser grosero -¿es la original?-
-Mhm- movió su cabeza mientras bebía el té que mi secretaria había traído hacia dos segundos.
La admire, en mis manos tenia parte de la historia de Estados Unidos. Un arma valuada en en cerca de 1,47 millones de dólares. -¿Que necesita que haga con ella? ¿la quiere vender? -
-No no, esto era de mi padre y me la dio a mi como regalo. Pienso dársela a mi hija- se detuvo ante el nombramiento de Rell -por eso quiero que tú te encargues de restaurarla, darle brillo y que se vea linda para ella-
-¿Fiorella?- al haber oído su nombre, lo demás me pareció poco importante. -Ella...-
-Mi hija está bien Patrick- asintió -solo está muy lastimada, y tiene que sanar. Todos debemos hacerlo-
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El Precio de tu Cariño
Romance¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se perdió por darle todo a Patrick, Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..