Fiorella...
Había estado en prisión por un corto tiempo, lo que no me parecía tan malo. Lo que me tenía preocupada era que antes de que me llevaran y mientras Patrick trataba de convencer a los oficiales que había sido en defensa propia alegando que aquel hombre, el cual era su padre nos había intentado matar.
Aun sabiendo que ese hombre no estuvo extorsionando para que le diera dinero, sumado a que ya tenía un antecedente de violencia bastante grande; los oficiales me llevaron igual por un simple "protocolo"
Mientras me llevaban en el coche del oficial pude oír por su radio que alguien había tenido un accidente, cuando la matrícula de mis padres se escuchó me desesperé. Quise saber más, quise que me dijeran.
Pero ellos se negaron a darme información, lo cual me hizo poner más ansiosa de lo que ya estaba.
Las horas dentro de esa celda se me pasaron bastante rápido, sumado a qué por conexiones del esposo de Elisa se me fue concedida un lugar por separado brindándome todas las comodidades posibles. A la mañana siguiente, apareció Patrick con mi amiga y su pareja, sumado de su abogado Marcel.
Elisa vino a verme directamente mientras Pat pasaba de mi para ir directo al comisario. Los cuatro hombres se encerraron en la oficina del jefe.
—¿Cómo esta Ethan? ¿Quién lo cuida? —pregunté.
Mi amiga sonrió —esta con Jack, él está cuidándolo.
—Y..¿mis padres? ¿has sabido algo de ellos?
Dudo como si no supiera que decir.
—Ya está listo, podemos irnos —Patrick salió con un rostro imperturbable de la oficina del jefe de policía seguido de su abogado y de Brian quien fue el único en mostrarme algún sentimiento, sus ojos me observaron con compasión. Una que entendería más tarde esa noche.
La ida a su casa fue en completo silencio, él no dijo ni una palabra. No pregunto por mí ni me hablo de nuestro hijo. Era como si estuviera desconectado de mí.
—Pat... ¿has visto a Ethan?
—Lo está cuidando Jack, no te preocupes. —su respuesta fue corta y fría, carente de emociones.
—Amor... —estire mi mano por el espacio de los dos asientos delanteros, pero no hubo respuesta, ni siquiera lo tomo.
Al llegar a mi antiguo hogar vi una cabellera roja y cuando giro, ni más ni menos que Charlotte. Ella estaba en la entrada de la casa de brazos cruzados. Nos estacionamos y al bajar, no dudo en correr a Patrick quien no hizo nada por detenerla.
—Cariño, tienes que entrar a tomar una ducha —mi amiga quiso apartarme de aquella situación.
—¿Patrick? —lo observe confundida —¿nos vamos?
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El Precio de tu Cariño
Roman d'amour¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se perdió por darle todo a Patrick, Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..