Fiorella...
Caminamos hasta una pequeña sala alejada dentro de la pastelería donde se encontraba mi madre sosteniendo a Ethan quien lloraba y tenía los ojos rojos. -Mama- arrugue la frente -tendrías que haberme llamado antes. ¿Cuánto lleva llorando? -
-Solo unos minutos, al principio creí que quería comer, pero al parecer solo te extraña- me lo dio y a los segundos, él se calmó. Acurrucándose contra mi pecho.
-Ya está amor- susurre, acariciando su cabecita y su espalda -¿despertaste y mami no estaba? ¿te asustaste bebé? - mi niño poco a poco se calmó, solo tenía 9 meses y aunque conociera a mi madre a su niñero/guardaespaldas, siempre me buscaba. Si no me encontraba a la vista lloraría hasta que regresara.
-¿Cómo fue la apertura?-Mi madre se levantó de la silla, acomodando su traje
-Genial, ¿puedes hacerte cargo de los invitados desde ahora? - mire a mi niño, ya estaba cansado y yo también. -Quiero irme con Ethan- no nombre a Patrick.
-Claro cariño- se acercó y besó mi frente. -vete tú y mi pequeño tesoro- salió por la puerta que daba al evento.
-Tommy puedes ir yendo con Ethan al coche, le daré un par de indicaciones a los mozos y me iré.-
-Claro señora- asintió.
-Tommy, dije que me llamaras Fiorella -lo regañé.
-Claro, señora Fiorella- sonrío cargando a mi bebé. Iba a tomar la pañalera, pero lo detuve.
-Ve, lo llevare yo- terminó aceptando y ambos se marcharon por la salida de emergencia que daba al costado del local. Antes de que se fueran le di un beso a mi niño en las mejillas regordetas que tenía y me regresé a terminar mis cosas.
Los mozos llegaron y les indique lo que debía servirse en ese momento, recordándoles que dijeran que la pastelería y cafetería, abriría oficialmente en dos días. Todos estuvieron muy atentos y volvieron a sus funciones. Estaba lista para irme, cuando abrieron la puerta que daba al salón detrás de mí.
-Mamá, Ethan ya está en el coche, ya me voy-
-¿Quién es Ethan?- escuche su voz, haciendo que me volteara bruscamente. Patrick se encontraba parado allí y me miraba con seriedad.
Mis ojos fueron de él a la pañalera que estaba a escasos centímetros de su vista, rogué que la pasara por alto. Rogué que se fuera. -No es nadie-
-¿Nadie? ¿Nadie por quien te fuiste de nuestra charla? - dio un paso hacia adelante -Ese nadie parece muy importante-
Es tu hijo. Me obligue a morder mi labio, evitando decir aquella frase. -Piensa lo que quieras Patrick- en cambio, adopte con él una forma en la que nunca me había visto.
-¿Patrick?.- enarco una ceja -¿Ya no soy Pat?-
-¿No te llamas así?- respondí con ironía.
Se quedó en silencio unos segundos, tratando de entender mi comportamiento. -Rell, ¿podemos hablar? -
ESTÁS LEYENDO
El Precio de tu Cariño
Romance¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se perdió por darle todo a Patrick, Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..