Timothy...
Ella bajo del coche del idiota, con una gran sonrisa al ver la fiesta sorpresa que se había preparado en su honor. Rell lucia hermosa, como una princesa de cuento de hadas. A su lado, para mi poca simpatía, ese hijo de puta.
No se le despegaba de al lado, como toda mosca que se pega a una comida deliciosa.
—Tim —al verme entre los invitados, corrió a mí.
Deje la copa que tenía sobre una mesa, abriendo mis brazos para sujetarla. Ella se chocó contra mi cuerpo mientras sonreía —¿Lo ayudaste? —susurró
—No, lo hizo todo él.
Soltó una risilla.
—¿Estas feliz? —nos separamos —Feliz cumpleaños a la princesa de Londres —hice una reverencia. —Qué bueno que me honres con tu presencia.
—Eres un idiota. —bufó golpeando mi hombro.
—Así me quieres. —me encogí de hombros, me tomé el tiempo para repasarla. Se veía tan o más bella que nunca. El ambiente tuvo que verse arruinado por la llegada de Patrick junto con su hijo, el pequeño se parecía a mi Rell pero algo en sus rasgos, me hacía detestar su presencia. Solo por celos, porque ella debería haber sido la madre de mis hijos, no de los de esa mierda.
—Hola Timothy—extendió su mano libre para saludar.
La acepté, poniendo mi mejor sonrisa falsa —Hola Pat, si te luciste —hice un gesto a todo el lugar junto con las decoraciones. Ver la sensación de satisfacción que tenía en la cara solo me hacía querer pegarle un tiro en la cabeza.
Soltó mi mano, atrayendo a Fiorella a su lado—Todo por la princesa— beso el costado de su cabeza, —Ethan quiere a su mamá.
—Tim, no te dije. Hoy es el cumpleaños de Ethan también. —me mostro al niño.
Me incline tocando sus mejillas —Feliz cumpleaños pequeño —al escucharme, comenzó a llorar.
—Lo siento, no está muy acostumbrado a extraños. —ella se disculpó —Seguro vas a terminar agradándole.
—Está bien. —debía hacerme a la idea, de que por más que el niño no me gustara, era alguien que venía de Rell por lo que, a la larga debería aceptarlo. Solo hasta que ella me diera un niño a mí, luego vería como me deshacía del hijo del bastardo.
Los padres de la castaña se nos unieron, el cabeza de familia asintió frente a mi presencia, desde pequeño había dejado siempre más que claro que no me quería ni a un paso de Fiorella, su desagrado no tenía una fuente primaria y aunque quisiera agradarle, solo por ella. No pude hacerlo, nunca.
—¿Cómo está tu padre? —se limitó a preguntar por cortesía.
—Está mejor, pero su enfermedad ha empeorado —ese bastardo, que me había alejado de Rell, por fin estaba pagando por su crimen.
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El Precio de tu Cariño
Romance¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se perdió por darle todo a Patrick, Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..