Patrick...
Tuve que poner buena cara cuando vi que ella no asistirá conmigo a la cena de ex alumnos. Salí de la casa, sintiendo que sería mejor regresar y pasar la noche con ella y el bebé pero también quería ir para advertir a esos dos hijos de puta que no se acercaran a Rell porque estaba bajo mi protección, una que ya era de gran peso.
Casi llegando al hotel donde era la reunión recordé que había dejado el vestido sobre la cama, pero ya era tarde para hacer algo. Por lo que simplemente lo deje estar. Desde la ropa que elegí hasta el coche que usaba, todo tenía un puto propósito, y ese era cerrarle la boca a cada puto riquillo que me había menospreciado en el pasado.
Me detuve junto al valet que estaba recibiendo las llaves, las personas se habían detenido en la acera viendo mi automóvil y como no hacerlo si se trataba de un Bugatti Chiron Pur Sport. Al bajar del coche pude notar que varios me reconocieron sin creer que era yo quien conducía ese bebe. Me acerqué al chico y le sonreí —¿Puedes estacionarlo?
—Si..si señor —tartamudeo tomando las llaves, pero se cayeron. Inmediatamente se agacho y las recogió de nuevo —Lo siento señor, lo siento —agacho la cabeza como si lo fuera a regañar.
—Esta bien, hace frio ¿No crees? –cambie de tema —debes colocarte guates para que tus manos no estén heladas amigo. Eso hacia cuando trabajaba como valet hace tiempo —le sonreí —estas de suerte, en la guantera tengo unos, puedes quedártelos luego de que estaciones el automóvil.
Me marche viendo como sonreía.
Tratar mal a las personas de servicio nunca fue lo mío, mas sabiendo lo duro que era estar trabajando en ese lugar y más si estabas en contacto con ricos de cuna que solo sabían tratar mal a las personas.
Subí al ascensor siendo guiado por uno de los empleados al que le mostré la tarjeta, cuando las puertas metálicas se abrieron nuevamente, suspiré antes de salir. Sabiendo que sería mejor estar en medio de la selva con animales salvajes que constantemente quieren asesinarme y comerme.
—PAT —escuche la voz de Brian, lo busque con la mirada hasta que lo halle junto a la barra con su esposa. Agradecí que ese hijo de puta fuera malditamente puntual ya que tendría alguien con quien quejarme.
Al llegar a donde ellos estaban, salude cortésmente a su esposa —Hola Elisa, te ves menos bruja que ayer.
Ella bufó en respuesta.
—Pat, pensé que no ibas a venir. —mi amigo me dio un vaso de whisky —pero... —miro detrás de mí, —¿Rell no vino?
Negué —se quedó con el bebé. Ethan estaba un poco odioso hoy.
El silencio se apodero del salón y las luces se apagaron para luego llevarlas todas a una persona. Hugo Lart apareció cual estrella en un costado, con una copa en su mano —Que bueno verlos a todos, muchas caras conocidas y otras no tanto —sus ojos me encontraron entre la multitud, sonrió de lado y volvió a hablar —espero que pases una linda noche y disfruten de la comida cara y la bebida gratis.
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El Precio de tu Cariño
Romance¿Cuánto esta bien entregarle al otro? ¿Con cuanto alguien se siente satisfecho? Dinero, fama, éxito.. O tal vez... ¿nuestra propia vida? Fiorella se perdió por darle todo a Patrick, Patrick perdio a Fiorrella por quererlo todo..