Capítulo cinco.- La propuesta de Nikolai.

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Summer.

Mire por la ventanilla esperando llegar a la cabaña de Nikolai, sentía que había pasado una hora, cheque el móvil apenas teníamos veinte minutos en el taxi.

—¿Falta mucho?

—Sí. —Respondió mientras me miraba de reojo.

—¿Cuánto tiempo es de camino?

—Tres horas.

—¡¿Tres qué?!

—Deberías relajarte un poco.

—No creo poder.

—Deberías enviarle un mensaje a las chicas o si no se preocuparan por ti. —En eso él tenia razón debía de admitirlo.

Prendí mi móvil y entre a WhatsApp para poder enviar un mensaje en nuestro grupo.

Summer.

Chicas después de lo que pasó salí con Nikolai a tomar un poco de aire fresco pero llegó la prensa y comenzo a tomar fotografías, asi que huimos.

Ginger.

¿Dónde están?

Summer.

Vamos a su cabaña, dice que ahí nadie nos encontrará, olvide decir que nos siguieron y estamos huyendo de ellos.

Kinsey

Está bien, Summer. Cuídate.

Summer

Si, nos vemos, chicas.

Deje el móvil y puse mis manos en mis piernas mientras observaba el camino.

—Estoy aburrida y aparte me estoy mareando demasiado.

—¿Podemos parar a una tienda que cerca de aquí, por favor? —Nikolai miró al conductor.

—Claro.

Sentía las bebidas que había tomado en la garganta, realmente me estaba mareando demasiado y tenía muchas ganas de vomitar.

—Nikolai.

—¿Qué pasa, Summer? —Interrogó sin verme a la cara, tenía su cabeza recargada en la ventanilla.

—Tengo muchas ganas de vomitar.

Eso capto su atención porqué volteó a verme.

—Estás muy pálida, Summer.

—Siento que vomitare en cualquier instante.

—Pare el auto, por favor.

El auto paro y salí de el mientras corría rápidamente a un lugar solo y vomitaba hasta mis pecados. Esto era humillante.

Sentí la mano de Nikolai en mi espalda mientras daba masajes.

—¿Estás mejor?

—Sí.

—Ten. —Me entregó una botella de agua, la abrí y la lleve a mi boca para tomar un poco y enjuagar mi boca despues la tire.

—Esto es asqueroso.

—Ven, vamos al taxi si te sientes mejor. Iremos a buscar algo salado para que se te quiten las náuseas por qué aún nos queda un largo recorrido, summer.

Bufé.

—Bien, vamos.

Subimos al taxi y el arranco el auto nuevamente, después de unos minutos llegamos a una tienda donde ambos bajamos, Nikolai tomo un poco de bocadillos.

Finge que me quieres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora