Capítulo treinta y seis.- Los padres de Summer.

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PONGAN SU PRESENTEEEEE:

Summer.

—Mis padres vendrán a New York. —Mire a Nikolai que terminaba de lavarse los dientes.

—Eso es genial, preciosa.

—Les conté que estaba saliendo con alguien, nunca les dije que eras tú. Y quieren conocerte.

Realmente temía lo que él pudiera decirme. ¿Qué tal y si aún no se sentía listo para esto?

—¿Está bien por eso? —Pregunté ansiosa, él asintió de inmediato.

—Ellos me conocen como el mejor de tu hermano, sería espectacular que me conocieran como el novio de su hija.

Sonreí viéndolo, mientras asentía.

—Bien. —Puse mis manos en su cuello, él besó mi nariz.

—¿Cuándo llegan?
—Hoy por la tarde.

—Deberíamos preparar una cena para ellos. ¿No crees?

—Me parece bien..

—No, olvídalo. Quizás deberíamos de llevarlos a cenar. —Parecía preocupado.

—No. —Lo tomé de la mano.—Preparemos la cena para ellos.

—Ok, Evangeline.

—¿Te imaginas que la prueba hubiera salido positivo hace dos semanas?

—He pensado en eso desde ese día.

—Imagínate como se lo hubiera dicho a mis padres.

—Pues simplemente le diríamos a tus padres que serían abuelos, apuesto que se hubieran tomado bien la noticia.

—¿Eso crees? —Dije con diversión, viéndolo.

—Sí. —Sonrió—¿No lo crees tu?

—No, simplemente creo que ellos se hubieran vuelto locos, ellos hasta hace unos días supieron de tu existencia.

—¿No les habías contado de nosotros?

—No.

—¿Porqué?

—Casi no hablo con mis padres, no tengo la relación que tú tienes con los tuyos.

—¿Y con Kayden?

—A ese estúpido debo de halarle las orejas.

—¿Por qué? —Dijo con diversión, mientras me abrazaba y ponía su barbilla en mi hombro, viéndome.

—No debió de haberse metido cuando intentabas invitarme a salir.

—Tienes razón. Quizás realmente si no hubiera sido por Kayden hubiéramos juntos desde hace tiempo, y nunca hubiera conocido a Elsie.

—Exactamente. —Acaricié su entrecejo—Pero el hubiera no existe.

—Realmente cambiaría nada de esto.

—Yo tampoco, estoy feliz a tu lado.

Se acercó más a mí para besarme los labios.

—¿Qué podríamos prepararle a tus padres?

—No lo sé, algo sencillo.

Observé a Nikolai que buscaba tranquilamente entre la nevera los ingredientes para la cena.

—¿Qué haremos?

—Una pasta ¿Te parece?

—Suena genial.

Finge que me quieres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora