Capítulo doce.- Estoy enamorada de ti.

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Summer

Al momento que llegamos al hospital llevaron a Heath directamente a urgencias.

Me senté en la sala de espera mientras llevaba mis uñas a mi boca. Estaba muy nerviosa. Deseaba que no fuera nada grave lo de Heath.

Mi móvil vibró con un mensaje, lo tome de inmediato viendo que era un mensaje de Nikolai.

Nikolai.

Me iré de gira dentro de dos días, me gustaría verte mañana por la noche. ¿Te parece que tengamos una cita?

Deje el móvil, no le respondería. Prometí que no le respondería y debía de cumplirlo.

Nathan y los compañeros de Heath habían llegado.

—¿No han dicho nada?

—No, aún no.

Nathan se sentó a lado de mí y Mackenzie hizo lo mismo que su novio, sentándose de mi lado derecho.

—No quiero que le pase nada

—Él estará bien, ya verás.

Esperaba que sí. Después de unos minutos salió un doctor.

—¿Familiares de Heath Kelley?

—Soy su novia. —Dije sin dudarlo y sentía una mirada en mi espalda, estaba segura que era Hallie quién estaba observándome. —¿Cómo está él?

—El paciente dentro de lo que cabe está estable, ha tenido una conmoción cerebral, que ha causado que esté inducido en coma.

¿Qué?

—¿Qué? —Miré al doctor, el corazón me latía con fuerza.

Heath no podía estar en coma.

—¿Podemos verlo?

—Claro, síganme.

Mire a Nathan y Mackenzie.

—Heath no puede estar en coma.

—Él se va a recuperar.

Sentía un nudo en la garganta.

—Sigamos al doctor para que nos lleve con Heath.

—Claro. —Aclaré mi garganta pero aún así mi voz salió demasiado chillona.

Caminamos atrás del doctor realmente no me sentía lista para mirar a Heath así.
Estuvimos enfrente de la puerta de su habitación y el doctor nos miró.

—Aquí es.

—Gracias. —Suspiré, estaba muy nerviosa por verlo.

Abrí la puerta y entre, segundos después los chicos entraron. Mis ojos fueron directamente a Heath que estaba conectado a varios cables.

Camine hasta su lado y me senté en un banco que se encontraba a lado de su camilla, suspiré y tome su mano.

—Abre tus ojos, por favor. —Le pedí.

Mis ojos fueron directamente a su rostro donde tenía unos cuantos rasguños rojos.
Puse mi mano en su cara y acaricié con cuidado su mejilla.

Por otro lado Nathan y los demás chicos se colocaron del otro lado.

—Ándale bro, abre los ojos. —Nathan le pidió.

La puerta se abrió de repente dejando a ver a Hallie.

—Mierda. —Ella susurró mientras se acercaba a nosotros y alejaba a Nathan para después acercarse a Heath y tomar su mano mientras lloraba.

—Vete de aquí, Hallie. —Le pedí.

Finge que me quieres Donde viven las historias. Descúbrelo ahora