Capítulo 6 «La sorpresa»

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—Ruth, Ruth. Despierta. Casi llegamos. —Kade agita mi hombro.

—Perdona. Me quedé dormida.

—De eso me di cuenta. Has babeado todo el asiento y los tapicé hace una semana.

—Muy gracioso —protesto con ironía.

Estuve hablando con Kade lo que quedó de trayecto y no me percaté del paisaje a donde me había llevado hasta que se detuvo. Estamos cerca de la colina al noroeste de la ciudad. El río nos queda a unos cinco metros de donde estamos. El aire frío y suave roza mi rostro. Los sauces cubren casi todo el lugar.

Me quedo atónita con ese paisaje. Tengo 17 años y ahora es cuando tengo conocimiento que existe semejante belleza. El río está muy tranquilo y el sonido de los pájaros llena con hermosas melodías el aire del lugar.

—Te gusta, ¿verdad?

—Es asombroso. ¿Cómo lo encontraste?

—Estuve buscando por la ciudad lugares que me dieran inspiración para la letra de la canción principal del siguiente álbum y di con este —explica mientras el techo del auto se desliza hacia atrás.

—Eres un fanfarrón.

—El que puede, puede —añade, divertido—. Eso viene en mi naturaleza romántica.

—Y para colmo coqueto —comento, sonriendo.

—Ni que ambas características no vinieran de la mano. —Nos pasamos un rato viendo el horizonte en un cómodo silencio.

—Dime, Kade, cómo están... —interrumpe el teléfono de Kade. La foto es de Lisa, pero el nombre del contacto era—. ¿Cómo que le llamas Mi amor? —exclamo estupefacta—. Espérate un momento. ¿Desde cuándo ustedes...? —El calor sube a su rostro y cuelga la llamada con rapidez–— ¡Nunca me dijiste! Mal amigo. —Le golpeo varias veces por el hombro—. Un año en contacto conmigo y, ¿ahora es que me vengo a enterar? Tienes que contarme desde el principio. —Me acomodo para verlo de frente.

—Está bien, está bien, pero no te molestes. Te conozco bastante bien. —Asiento con la cabeza y él sonríe—. Todo pasó cuando nos fuimos de la ciudad y Scott se separó del grupo. —Escuchar ese nombre de nuevo es como una fuerte punzada en el estómago, pero no quise que se diera cuenta y sigo como si no me hubiera afectado—. Después que compuse la canción para el siguiente álbum, le pedí ayuda a Lisa. Ya tenía la letra, pero le faltaba sentimiento y música. No sé si te acordarás, pero de las canciones que te mandé había una que se llamaba: "Esperaré por ti"

—Esa es mi canción favorita.

—Bueno, si te fijas bien, este fue el lugar donde la escribí. —Miro a mi alrededor.

— "El arroyo a mis pies y los sauces cubriendo la colina. Por siempre aquí, mi amor, esperaré por ti aunque el tiempo me lo impida" —tarareo—.Pero claro. Nunca imaginé que hubieras sacado tan bella melodía de un paraje tan alejado.

—Ya ves. El amor no hace falta buscarlo. Él solo llegará a ti. —Son las mismas palabras que dice mi mamá y que yo le repetí a Leyla esta mañana.

—Sigue con la historia. Tengo curiosidad.

—Lisa y yo estuvimos varios días sacando la melodía a voz y guitarra. Un día, ella estaba buscando entre los discos antiguos de su papá adoptivo para una mejor inspiración. Se encontraban en el estante más alto y la escalera no era muy confiable. Al ser más liviana que yo se subió, pero uno de los escalones cedió, y ella cayó en mis brazos. Pasamos el susto del siglo, pero por primera vez tenía a Lisa tan cerca de mí que la besé.

—¿En serio? Nunca has sido un chico que se lanza tan rápido.

Su historia parece una novela romántica. Lisa es huérfana desde que tiene tres años y los padres de Kade murieron en un accidente de auto cuando tenía solo trece. Los chicos de la banda se volvieron su familia, y su historia, al ser parecida, los unió un poco más.

—Ya lo sé, pero no podía aguantar más. Desde hace tiempo me sentía raro y nervioso a su alrededor. Cuando se enfermó, me pasé días en el hospital cuidándola. El álbum se retrasó por eso. En días de lluvia y truenos, y tú sabes que le tengo pánico a los truenos, ella siempre se quedaba conmigo, se acostaba a mi lado y empezaba a darme palmaditas en el hombro hasta que me quedara dormido. Cuando me tocaba de esa manera hacía que mi piel se electrizara. Aquello era inexplicable, Ruth. No tengo palabras para explicarlo, pero era agradable y cálido.

—¡Que tierno, Kade! Después del beso, ¿qué hizo?

—La bajé y me dio una cachetada.

—Auch. —Una sonrisa tonta aparece en sus labios—. ¿Y eso por qué?

—Tú sabes que Lisa es una persona muy impredecible.

—Pero eso no quiere decir que su reacción fuera esa —añado aún asombrada.

—Ya lo sé, pero lo gracioso del caso es que después me besó ella. —Parpadeo varias veces, estupefacta.

—Ahora sí me has dejado con la boca abierta.

—Más atolondrado quedé yo con lo que me dijo después.

—¿Qué te dijo? Cuéntame y no olvides ningún detalle.

— "Te demoraste demasiado" fue su frase y me volvió a besar. Lo ocurrido después no pienso contártelo. Es algo privado.

—Gracias por tu consideración. Mejor pasemos a otra parte después del intercambio de baba entre ustedes.

—Desde ese día empezamos como pareja. Un 9 de marzo.

—Si fue en marzo —Cuento con mis dedos—, ya tienen 2 meses juntos. ¡Qué emoción! Me alegro por ustedes, pero ¿por qué me hubiera molestado? —La pregunta me vino a la mente y de verdad que soy muy ingenua y noble. No le veo la parte mala.

—Es por la fecha, Ruth. Fue el mismo día que tú y Scott empezaron a conocerse.

«Tierra, trágame», pienso con una punzada de dolor en mi pecho.


Ojos TraicionerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora