Capítulo 23 «Transparente»

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—Mucho gusto, Ruth. —Extiende su mano una vez hacia mí y enarco una ceja—. ¿De verdad me vas a dejar con la mano así? En serio eres dura de roer. —Baja la mano y sonrío por lo bajo—. No me lo creo. ¿Tú sonriendo? Eso tengo que anotarlo.

—Basta ya. No soy tan mala. Solo un poco amarga con los desconocidos.

—Somos vecinos, Ruth, así que no somos tan desconocidos.

—No te pases de listo conmigo, Max.

—Dicho y hecho, sonreíste y dijiste mi nombre. Listo, está anotado.

—Gracias.

—¿Eh? ¿Dijiste algo? —Si preguntó con ironía, lo disimuló bastante bien.

—Gracias —insisto.

—¿Gracias? ¿Por qué? Lo único que he hecho es sacarte de las casillas y ocasionarte dos accidentes casuales.

—Por eso mismo —contesto y parpadea, sorprendido.

—Déjame ver si entiendo. Primero casi recibo un portazo en la cara por los accidentes que te ocasioné y ahora, ¿me das las gracias? No entiendo nada.

—Por eso mismo. Apareciste cuando quería llorar. Me hiciste enojar y ahora mismo sonreír.

—Estás como un cencerro, pero si al menos te sirvió para salir de algún problema o trance, avísame y busco alguna manera molestarte otra vez.

—Por favor, cualquier cosa que sea alejada de mi cabeza. Ya tengo suficientes golpes como para padecer de migraña. —Una media sonrisa se posa en sus labios.

—Tienes un buen sentido del humor.

—Eso forma parte de mi encanto, querido —secundo, y le guiño un ojo de forma coqueta.

—¿Qué haces por aquí, vecina? No creí que fuera de las que se alejan de casa.

—Si eres original, no mueras como copia.

—¿De dónde sacas esas frases tan ocurrentes? Puedes estar segura que en mi vida nunca he encontrado a una chica como tú.

—No eres el primero que me lo dice —murmuro, en un hilo de voz. Esas eran palabras parecidas a las de Scott y dolió un poco

—¿Dijiste algo?

—No —contesto con rapidez—. No he dicho nada.

—Bueno, vecina, ¿qué haces aquí? Estás un poco lejos de casa.

—Salí a cabalgar un poco con Kalhyl y simplemente seguí sin mirar por donde estaba. Necesitaba perder mi camino para intentar encontrarme a mí misma.

En realidad, lo que preciso es un respiro y olvidar que llegarán las vacaciones más largas de la historia. Kade se irá mañana, Leyla y Camille se van de viaje por el país con los padres de Camille. Yo no voy porque Sophie estará con nosotros, pero cuando tienes 28 o 29, tus prioridades cambian un poco. Mis padres quieren irse de Luna de miel una vez más y Casey estaría para un campamento de verano. ¿En resumen? Completamente sola y la incertidumbre junto a la soledad serán mis compañeras de habitación.

Mis ojos se pierden por completo en el paraje del horizonte. No quiero pensar en nada más y Max me da el tiempo que necesito. Su mutismo me trae satisfacción. Solamente se recuesta en el césped y cierra sus ojos. La hierba está lo suficientemente alta como para sentirte que estás sobre un colchón, por lo que es cómodo y yo hago lo mismo.

No puedo ver el cielo directamente, pero observo como las hojas caídas del sauce se mueven con el viento. La canción "Restos de Abril" llena el ambiente y cierro los ojos para disfrutar la melodía y la calidez del tiempo. frunzo el ceño cuando siento una mirada sobre mí.

Ojos TraicionerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora