Llegó el día tan esperado. En la facultad pedí una semana para hacerme uno supuestos exámenes en mi ciudad con mi neurólogo. Obviamente es mentira, pero esa es la parte buena de tener amigos que sean doctores y fisioterapeutas. Saqué pasajes para el bus y salí rumbo a mi casa el 1ro de octubre a las 7 de la mañana. Me esperan 10 largas horas de viaje, pero valen la pena. Necesito ver a mi familia y a él.
Debo de confesar algo. Nunca olvidé mi experiencia con Scott, pero Max tiene la habilidad de hacerme reír en momentos muy malos. Todos los momentos amargos por la pérdida en el pasado se esfumaron. Falta alrededor de media hora para llegar y le timbro papá.
—Dime, cariño. —Esta semana está de certificado. Mucho estrés laboral así que el jefe lo mandó a casa unos días.
—¿Estás solo?
—Mamá llevó a Casey a un ensayo de una obra en el colegio, así que estoy solo. ¿Qué pasa?
—Bueno, necesito que salgas ahora mismo en tu coche. Estoy a punto de llegar a la estación de ómnibus.
—¿Por qué no avisaste? —Unos segundos después escucho el tintineo de sus llaves.
—Era una sorpresa, papa. Necesito que vengas a buscarme ¿podrás?
—Claro, mi niña. Ahora mismo... Auch —protesta, y maldice por lo bajo.
—Déjame adivinar. Chocaste con la pata de la mesa otra vez.
—Un día de estos desaparezco esta mesa sin que tu madre se entere. Salgo ahora mismo para allá. —Ambos sonreímos y termina la llamada.
Una hora después entro al garaje de mi casa. Gucci se levanta en sus patas traseras y acaricio su cabeza. Ya me llega al pecho.
—Hola, pequeño. Aunque estás mucho más grande. —Ladra par de veces y sonrío—. Yo también te extrañé
—¿Tienes hambre? —pregunta papá cuando entramos a casa.
—Eso fue una pregunta retórica, ¿verdad? —comento con ironía y este niega con la cabeza—. Llevo casi 10 horas de viaje. ¿Tú qué crees?
—Ahora mismo te preparo algún bocadillo. Sube y deja tu maleta en el cuarto. Date un baño para que relajes los músculos. Vas a necesitarlo. Deben estar atrofiados por el viaje.
Media hora más tarde estoy sentada en la cocina comiendo un sándwich de jamón y queso acompañado de jugo de piña.
—Papa —se escucha la voz de Casey.
—En la cocina —contesto, sonriendo.
—¡Ruth! —Escucho como apresura sus pasos.
—¡Sorpresa! —contesto, sonriendo.
—Viniste. —Se lanza a mi cuello y gimo de dolor.
—Cuidado, Casey. Recuerda que ya no estás tan pequeña.
—Henry, cariño, el auto está... ¿Ruth? ¿Cuándo llegaste?
—Llegué hace casi una hora —contesto, y mamá se une al abrazo de mi hermana.
—Es hora de decirme como te han ido estos meses en la universidad
—Mamá, te llamo casi todos los días. ¿Qué te voy a contar de nuevo? —Casey se aleja en dirección a las escaleras.
—Te extrañé mucho. ¿Cuándo tienes que irte?
—Saqué el boleto para venir, pero no el de regreso ¿Crees que puedas ayudarme con eso? —La carcajada de papá no demora en llegar.
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Ojos Traicioneros
Teen FictionLa vida de Ruth es demasiado perfecta. Una familia muy unida y amigas que la apoyan. Parece el cuadro icónico que toda galería de arte quisiera exponer. Un día, su paz se quebró cuando Cupido envió al huracán que siempre arrasa con todo. Intentar en...