Dejo escapar un resoplido de frustración.
Entiendo que la razón por la que no puedo disfrutar realmente de mi pequeña victoria es Michael.
Está evidentemente molesto por toda la situación y empieza a preocuparme que realmente sea incapaz de aceptar lo que estoy haciendo.
Honestamente, siendo que aun cuando al final se hayan casado por amor inicialmente el matrimonio de su hermana y su mejor amigo estuvo arreglado por sus padres, pensé que hacerse a la idea de un matrimonio por conveniencia le resultaría más sencillo.
—Srta. Main...
Sin embargo tengo que concederle que la razón detrás del matrimonio arreglado entre sus familias y la mía difieren bastante.
—Srta. Main...
Las cosas estuvieron algo tensas entre nosotros el resto de la noche. Lo que nunca ha sido algo que maneje muy bien.
En todo el trayecto hacia su apartamento apenas intercambiamos palabra.
Y por un momento habría jurado que cuando preguntó si quería ir a mi propio apartamento se refería a quedarme yo allí, sola.
—Srta. Main...
—¡¿Qué?! —respondo con exasperación.
Levanto la mirada de la lista sobre mi escritorio y me encuentro con la sorprendida secretaria de Blanca Hardy.
Siempre me digo que debo recordar su nombre, pero no consigo hacerlo.
—Señorita, la Sra. Hardy pregunta que a qué hora pretende honrarla con su presencia —dice con un tono amable que estoy segura no es el que empleó la Sra. Hardy al hacer la pregunta.
—¿Mi presencia dónde? —pregunto confundida.
—En la casa de los Richers.
—Pe... Pero... —empiezo a protestar.
—También me pidió que le dijera que si no se personifica ante ella en los próximos veinte minutos espera que deje todo limpio para su próxima asistente.
Me pongo en pie de un salto.
No puedo creerlo. Esa mujer está tratando de volverme loca. Recuerdo claramente haberle preguntado si debía asistir a la reunión a la que ahora debo apresurarme y que me dijo que no.
Blanca Hardy por lo general no abandona las instalaciones de la empresa por quejas o inconvenientes con proyectos residenciales, pero estos clientes están resultando ser demasiado complicados y han solicitado la presencia de un ejecutivo de alto nivel como ella en el lugar del proyecto. Al parecer estos clientes no tienen palabras afirmativas en su vocabulario y han rechazado todas las propuestas que se les han presentado.
Miro mi reloj al salir del ascensor. Ya he gastado cinco minutos de los veinte que me concedió. Espero no me sea difícil conseguir un taxi y que el tráfico...
Me detengo de golpe.
«¿Dónde rayos se supone que queda la casa de los Richers?»
Me dirijo hacia las chicas detrás del mostrador de información.
—Disculpa —digo a la de aspecto más amable—. ¿Podrías comunicarme con la secretaria de Blanca Hardy?
Algo que debo agregar a mis recordatorios es el grabar el número de extensión de nuestra oficina.
—Sí, claro —dice.
Un minuto más tarde corro hacia el exterior con la información que necesito. Debo encontrar un taxi rápidamente o Blanca va a hacerme la vida imposible —aun más—. Creo que es necesario que deje de quedarme a dormir con Michael y empiece a venir en mi propio auto.
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No tan buenos amigos (Historia de Redomia #2) (Disponible en fisico)
RomanceSi estás acostumbrada a vivir entre los mejores lujos, segura de poder tener todo lo que el dinero pudiera comprar, y de pronto te dijeran que te has quedado sin nada ¿qué harías? ¿Y si se te ocurriera una loca idea a la que tu mejor amigo te respon...