Levanto mi blusa ligeramente para examinar mi vientre una vez más. Ya he perdido la cuenta de la cantidad de veces que he examinado mi perfil de esta manera desde que descubriera mi embarazo.
A pesar de mi subida de peso no hay señal alguna de que tenga a alguien creciendo en mi interior.
Sigo algo preocupada con relación a este embarazo ya que no dejo de pensar en el anterior, aunque me gustaría.
No he dejado de preguntarme si más allá de que estuviese bajo mucho estrés y algo descuidada lo que ocasionó el parto prematuro de Matthew fue el que hubiese algo malo de forma inherente con mi cuerpo que no le permitiese seguir desarrollándose en él.
A pesar de que todo parece indicar que las cosas van bien, es una inquietud de la que no he podido deshacerme. Después de todo, en las pocas revisiones que tuve con Matthew tampoco se detectó que algo estuviese mal.
Por supuesto yo no soy la única que parece estar algo paranoica.
Michael se ha tornado algo sobre-protector y para mi consternación nuestro hijo ha decidido seguirle los pasos sin siquiera saber por qué.
Está copiando muchas de las acciones de su padre para conmigo.
Y no es que no me parezca una dulzura, pero me preocupa un poco que empiece a sospechar.
Vuelvo a acomodar mi ropa y regreso a la habitación que he estado ocupando desde hace unas noches.
Michael y yo hemos vuelto a compartir cama, de una manera casi fraternal, que no hace sentido dado que estoy embarazada de él, una vez más, pero dijo que respetaría mis limites nuevamente y lo ha hecho. Aun cuando una parte de mí no quiere que lo haga.
Mike dijo no sentirse cómodo con la idea de que estuviese lejos de él durante la noche por si se daba el caso de que necesitase algo en medio de la misma o, aunque no se atrevió a decirlo en voz alta, en caso de que algo sucediera, así que lo más natural fue decidir dormir juntos.
En cierta forma he vuelto a sus brazos, y no entiendo como eso puede proporcionarme paz e inquietud al mismo tiempo. Me tortura la idea de que no he regresado a ellos por las razones correctas.
—Estoy lista para irnos —digo.
La mirada de Michael se posa sobre mi calzado con desaprobación.
—No empieces —advierto.
Parece entender que esta es una batalla perdida y posa la mirada en mi vientre y sus labios se curvan en una media sonrisa, es como si no pudiera evitarlo.
Mientras más veo lo feliz que está con este embarazo más culpable me siento por no haberle dicho sobre Matthew.
—¿Te está tratando mejor nuestro bebé esta mañana? —pregunta—. ¿Estás segura de que no quieres quedarte en casa?
—Estoy mejor —digo.
Anoche volví a vomitar luego de haber conseguido no hacerlo por algunos días.
—Y si no fuera a la oficina puedes estar seguro de que Blanca no me dejaría en paz.
La señora Hardy sigue intentando ignorar las recomendaciones de su médico y reintegrarse a trabajar, pero de alguna manera, y creo que en parte es gracias a Matthew, parece estar adaptándose bien a estar en casa con nosotros.
—Además, hoy me reuniré con Rose y Andrew para dar una última revisión al diseño de la habitación de la bebé.
Mike vuelve a sonreír.
—¿Qué? —inquiero, curiosa.
—Esta ha sido buena práctica ¿no crees?. Estarás llena de ideas cuando decidas empezar a preparar la habitación de nuestro nuevo bebé.
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No tan buenos amigos (Historia de Redomia #2) (Disponible en fisico)
Storie d'amoreSi estás acostumbrada a vivir entre los mejores lujos, segura de poder tener todo lo que el dinero pudiera comprar, y de pronto te dijeran que te has quedado sin nada ¿qué harías? ¿Y si se te ocurriera una loca idea a la que tu mejor amigo te respon...