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Hoy es un pésimo día para tener una reunión de gran importancia.

Resulta que este día Laura se unirá a la reunión del equipo y decidirá si seguimos adelante en base a mi propuesta o si tendremos que empezar de cero. O mejor dicho tendrán, no creo seguir siendo parte del equipo si mi propuesta no pasa la prueba de hoy, ni siquiera soy un miembro oficial de este.

Dejo escapar un suspiro exasperado y me recuesto en el asiento con pesadez.

Michael ha estado actuando muy extraño desde ayer. Parece perdido en sus pensamientos. Me he encontrado teniendo que repetirle las cosas varias veces y está empezando a preocuparme.

Y por otro lado no salí ilesa de la reunión con su familia. Removieron en mí algunos sentimientos que me mantuvieron en vilo.

Se suponía que revisaría la propuesta una vez más antes de la reunión pero no he conseguido concentrarme.

La puerta del salón se abre y sé que he perdido la oportunidad de hacerlo.

Tengo que componerme rápidamente y dejar de permitir a mi mente vagar por terreno peligroso.

Laura Richers entra en la habitación seguida por la encargada del proyecto y algunos de los miembros del equipo.

—¡Georgina! —exclama alegremente al verme.

Me pongo en pie y me acerco para saludarle.

—Me han dicho que has preparado una propuesta que todos creen me gustará —dice.

—Espero que no intentes fingir que no te encanta solo porque la preparé yo.

Ella ríe.

—Admitiré que me dolerá decir que me gusta pero supe desde un inicio que no podría decir que no a una propuesta en la que tú estuvieses involucrada —dice Laura sorprendiéndome—. Tienes talento para este tipo de cosas. No por nada te llamaban en la escuela la reina de las cosas bonitas —agrega tomando asiento—. Espero que no les moleste retrasar un poco el inicio de la reunión, mi esposo quiere unirse a nosotros en esta ocasión. Él también parece estar cansado de mi indecisión —ríe—. Podrás conocerlo por fin, Georgina, ya que no nos concediste el honor de asistir a la boda.

—Estoy ansiosa. Aunque quizá no sea buena idea contar con su opinión, debe ser un hombre con un pésimo gusto —digo burlona.

—No tan malo como el de Mike —replica—. ¿Es cierto lo que he escuchado?

—No tengo idea de qué has escuchado —miento.

—Que van a casarse.

—Otra que está haciendo demasiado caso a la prensa.

—No solo a ellos. Todos en nuestro circulo hablan de eso. Dicen que es la razón por la que te has interesado en el negocio familiar. Además se dice que Charllie trabaja en un encargo exclusivo para ti y todos especulan que se trata de tu vestido de novia.

—Charllie no trabaja en un diseño exclusivo para mí y Mike y yo no vamos a casarnos. No sé por qué pierden su tiempo con esas cosas si saben que solo somos amigos.

—No te creo. Después de todo una de las razones por la que siempre nos llevamos mal es porque sabías que me gustaba.

—A ti y a muchas otras. Realmente eso nunca me importó. A ti era que te molestaba mi relación con él.

—Puede que tengas razón. ¿Sabías que lo invité a salir hace unos años? —dice tomándome por sorpresa.

—No tenía idea de que habías salido con Mike —digo sin poder contenerme.

No tan buenos amigos (Historia de Redomia #2) (Disponible en fisico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora