Frunzo el ceño mientras observo la escena ante mí.
Matthew se gira para dedicarme una última sonrisa antes de alejarse de la mano de mi madre. Me obligo a sonreírle de vuelta, pero me es difícil ocultar que esto no me gusta nada, no importa qué tantas veces le haya visto suceder ya.
Mamá y Matt toman el té juntos cada tarde. Es algo que él de hecho parece disfrutar mucho, aunque no pueda entender por qué. No imagino a mi madre como una compañía agradable.
Hasta me sentí tentada a unirme a ellos en una ocasión solo para descubrir exactamente de qué va todo el asunto, pero la idea de pasar más de unos pocos minutos socializando con mi madre me pareció más de lo que mi cuerpo puede soportar.
Además no es necesario que vaya con ellos para saber que mi madre utiliza estas ocasiones para sacar información a Matt de todo lo que ocurre dentro de la casa.
Estoy cada día más confundida con respecto a cuáles son las intenciones de mamá exactamente.
No sale mucho de casa y cuando lo hace es para reunirse con alguna de sus pocas amistades en el país, o para ir de compras.
No ha hecho ningún intento de reunirse con el Sr. Law para reclamar la herencia de Matthew, lo que no hace sentido.
Es obvio que sabe que hemos iniciado el proceso para quitarle la custodia de Matt y es claro que comprende que una vez lo hagamos no tendrá nada para manipularnos por lo que no entiendo el por qué no ha pedido dinero aún si es lo que quiere.
Su comportamiento en casa también es algo desconcertante. Estaba segura de que sería una molestia constante pero por lo general mantiene la distancia.
Se acerca a la casa para tomar las comidas porque Matthew insiste en ello, por lo demás pasa su tiempo en las áreas exteriores o en la casa de invitados.
Y, a pesar de su constante interacción con Matt y el obvio apego que éste siente hacia ella, no está usando su relación con el niño para imponerse en nuestro día a día.
Todo eso no hace más que incrementar mi preocupación.
¿Qué hará esta mujer cuando decida dejar de jugar? ¿Qué está tramando?
Me encamino de regreso a la casa.
Saludo distraídamente a una de las chicas que Ana ha contratado para trabajar con nosotros.
Mi teléfono móvil empieza a timbrar y veo con sorpresa en el identificador de llamada que se trata de la Sra. Hardy.
Se me ocurre una única razón por la que me llamaría en fin de semana.
Sabía que era solo cuestión de tiempo para que la Sra. Hardy exigiera mi regreso al trabajo dado que Mike ha retomado el presentarse a la empresa.
Sorprendentemente quiero seguir trabajando con ella, pero no me siento del todo preparada para estar lejos de Matthew por tantas horas. En especial cuando eso significa dar la oportunidad a que pase más tiempo con mi madre.
Levanto la llamada.
—El lunes a primera hora —dice sin siquiera permitirme saludar.
—¿Qué?
—Que te espero el lunes en la oficina. Puntual —repite.
—Pero... —empiezo a protestar.
—Eres mi asistente, Barbie y me parece que ya ha pasado bastante desde que me brindaste tu asistencia por última vez. Podría despedirte si quisiera.
—Pero no quiere —digo esperanzada.
—No tengo tiempo de entrenar a una nueva asistente en este momento.
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No tan buenos amigos (Historia de Redomia #2) (Disponible en fisico)
RomanceSi estás acostumbrada a vivir entre los mejores lujos, segura de poder tener todo lo que el dinero pudiera comprar, y de pronto te dijeran que te has quedado sin nada ¿qué harías? ¿Y si se te ocurriera una loca idea a la que tu mejor amigo te respon...