—Es algo común en familias de cierto abolengo el ocultar este tipo de cosas deshaciéndose de la prueba —dice el anfitrión principal de uno de los programas matutinos de mayor audiencia del país.
—No lo pongas así, hablamos de un niño —interviene una de las presentadoras.
—Las cosas como son. Ese tipo de gente lo ve así.
—¿Y por qué traerlo a la luz ahora? —pregunta otra mujer.
—Evidentemente no han sido ellos quienes revelaran voluntariamente su existencia al público —dice el hombre que completa el panel de presentadores.
Por supuesto que no estoy sorprendida de estar en todos los medios. Lo estaba esperando.
—Pero ¿qué creen que haya sucedido? ¿Dónde estuvo el niño todo este tiempo?
—Mis fuentes dicen que el pequeño estuvo en Inglaterra. Al parecer allí nació —informa el anfitrión principal.
—Georgina es inglesa también ¿no?
—Así es.
—¿Entonces era su madre quien estaba a cargo del cuidado del niño? Es a ella que vemos junto a él en las fotos y todo indica que el niño llegó al país con ella.
Todo mi cuerpo se tensa ante la mención de mi madre.
Trato de evitar siquiera pensar en ella y me gustaría que la prensa hiciese lo mismo. Dada la poca relación que hemos exhibido en todos estos años espero que rápidamente la dejen fuera de esto.
En especial si pretenden insinuar que Elora pudo haber hecho algo bueno por mí y mi pequeño.
—¿Qué edad tiene el niño? ¿Ocho? ¿Nueve años? Eso significaría que tenían unos 18 o 19 años cuando lo tuvieron. Obviamente no querían renunciar a sus vidas de chicos consentidos por hacerse cargo de un bebé.
—A mí me parece muy extraño que la familia Soler haya hecho tal cosa como mandar lejos a uno de sus herederos. Aun cuando Michael no quisiese hacerse cargo, y debemos admitir que él no pinta para nada ser de ese tipo, dudo que los Soler le hubiesen apoyado.
—¿Estamos seguros de que es su hijo?
—El parecido es innegable, no veo otra forma de explicarlo.
Una de las tantas fotos tomadas el día anterior cubre la pantalla. En ella el rostro de Matt se ve claramente. Lo que me parece una clara violación a la privacidad de un menor.
—¿Qué estás haciendo? —pregunta Michael entrando en la habitación.
—Trato de enterarme de si nuestro hijo es nuestro hijo —digo con sarcasmo.
—No deberías estar viendo eso, Georgina —dice seriamente—. Te expones a escuchar algo hiriente. Eso no ayudará a mantener tus niveles de estrés bajo control.
—Créeme, estoy preparada para ello y puedo manejarlo.
—¿No deberías estar en cama?
—La doctora dijo que podía retomar mis actividades si nada sucedía —digo—. Además, estoy prácticamente en cama —agrego señalando mis piernas extendidas sobre el sofá.
—Bien, pero no te sobre-exijas. Trata de...
—Tranquilo, Michael. No pretendo hacer daño a otro de tus hijos. No necesito que tengas algo más para resentirme.
Se hace un incomodo silencio entre nosotros.
Apenas hemos hablado desde la noche anterior.
Luego de que Mike llevara a Matt a su habitación le esperé por largo rato, hasta llegué a pensar que no dormiría conmigo, lo que me pareció un sin sentido dado que la excusa para volver a dormir juntos fue que quería estar cerca en caso de que algo sucediera. Terminé por quedarme dormida en algún punto y cuando desperté esta mañana él estaba a mi lado. Despierto.
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No tan buenos amigos (Historia de Redomia #2) (Disponible en fisico)
Storie d'amoreSi estás acostumbrada a vivir entre los mejores lujos, segura de poder tener todo lo que el dinero pudiera comprar, y de pronto te dijeran que te has quedado sin nada ¿qué harías? ¿Y si se te ocurriera una loca idea a la que tu mejor amigo te respon...