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Sé que es muy pronto para celebrar pero de momento las cosas están saliendo bien con esta reunión.

Por lo menos en esta ocasión he sido la primera en llegar y me siento mucho más confiada con respecto a mi trabajo ya que Michael dio su aprobación.

«Hasta tus imperfecciones me parecen perfectas», me viene el inoportuno recuerdo.

¿Qué se ha propuesto Michael?

Sí, siempre ha dicho cosas como esas, pero ¿por qué parece que últimamente acompaña sus palabras de una intensidad que mi corazón no puede manejar?

Me enderezo al ver que se abre la puerta y observo con pesar la entrada de la Sra. Hardy.

Pensé que podría librarme de mis pensamientos al tener compañía, pero tras nuestra conversación de ayer prefiero mis tortuosos pensamientos a otra charla con ella.

—¡Que sorpresa, Barbie! Ya estás aquí.

—Buen día, Sra. Hardy. Al parecer mi asistencia sí le está siendo de ayuda. Es evidente que su carga de trabajo ha disminuido si tiene tiempo de seguirme a todas mis reuniones.

Ella sonríe.

—No me perdería esto por nada del mundo.

Los demás miembros del equipo empiezan a llegar y es una agradable sorpresa el descubrir que la actitud de todos parece haber cambiado.

—Buen día —digo cuando el último de los miembros del equipo atraviesa la puerta—. Creo que podemos empezar formalmente con esta reunión. Es bueno ver que todos parecen haber decidido darme una oportunidad.

—No podíamos seguir en malos términos con la mujer del jefe —bromea Steve.

Sonrío.

—Inteligente movida —replico con humor—. Supongo que es momento de hacerlos tragarse sus palabras. Esta es mi propuesta...

Pasadas dos horas puedo decir que hemos empezado a trabajar como un verdadero equipo. Incluso en contra de mis reservas iniciales debo admitir que Michael tenía razón, la reunión ha sido un éxito.

—Hasta el lunes —Se despide Steve, quién parece haber superado el hecho de que sea una novata y mis vestidos coloridos.

—Hasta el lunes —digo cerrando mi portátil.

—Disculpa.

Levanto la mirada y me encuentro con la mujer que básicamente me acusó de tener el puesto por ser la amante de Michael.

—Quiero disculparme por lo que dije la otra vez —dice—. No sé qué me pasó. Estuve muy desubicada con mi comentario.

—Está olvidado —digo con sencillez—. Peores cosas me han dicho.

Ella parece sorprendida. Probablemente había esperado que le pusiera las cosas difíciles.

—Realmente eres buena en esto —continúa—. Quiero decir, tu propuesta me pareció excelente.

—Gracias —digo conteniendo mi emoción ante sus palabras.

No puedo creer que realmente lo he hecho bien.

Salimos juntas del salón. Hablamos sobre el proyecto y me siento extrañamente cómoda. Como si realmente supiera lo que estoy haciendo.

Quizá no sea mala idea sopesar la sugerencia de Mike. Podría seguir haciendo esto aun tras haber conseguido mi objetivo.

Después de todo no estaría mal tener en qué ocupar parte de mi tiempo. Y estaría cerca de Michael.

*

No tan buenos amigos (Historia de Redomia #2) (Disponible en fisico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora