—Con más fuerza —digo sin aliento.
—Ya no tengo más fuerza —dice Ana haciendo un último intento.
—Será mejor que te resignes, Georgina, no va a cerrar —interviene Joanne.
—¿Cómo es eso posible? —me quejo—. Ustedes mismas me vieron probármelo hace dos días y me quedaba perfecto.
—Quizá se deba a los antojos a mitad de la madrugada.
Lanzo una mirada de pocos amigos a mi...
Como sea que se llame a alguien con quien has acordado básicamente casarte algún día aunque técnicamente no te pidió matrimonio y que además es el padre de tus hijos pero que ni loca llamarías tu novio porque suena demasiado extraño.
—¿No tienes que estar ayudando a colgar globos o algo por el estilo? —le pregunto.
Él se pone en pie.
—Iré a ver cómo va todo y si Matt ya está listo —dice, antes de acercarse y darme un beso en la mejilla—. Sin importar lo que te pongas estarás fantástica.
Regreso a la habitación con Ana y Jojo siguiéndome. Tuve que pedir su asistencia cuando la calma y despreocupación de Mike empezó a irritarme.
Me dejo caer en la cama.
—¿Qué voy a hacer? Este es el vestido que quiero ponerme, coordina con el atuendo de Matt y el de Michael.
—Yo podría intentar arreglarlo —se ofrece Joanne.
—¿En serio? —pregunto esperanzada.
—No te prometo nada, pero mi mamá era costurera y la ayudé muchas veces.
—Bueno, no importa, intentalo, después de todo no tenemos muchas opciones.
Me desvisto rápidamente y entrego la prenda a Jojo.
—Que habría dado yo por verme tan bien como tú durante mis embarazos —dice Ana—. ¿Quién diría que este es tu segundo embarazo?
Coloco una mano en mi vientre donde un diminuto bulto empieza a asomarse.
Es evidente que en está ocasión se notará más que en la anterior, sin embargo para tener ya 16 semanas de embarazo mi abdomen se mantiene casi imperturbable.
Aun así Michael parece encantado cada vez que ve esa pequeña prueba del bebé que crece en mi interior.
"La niña que crece en mi interior", insiste en recordarme y debo concederle que creo que tiene razón.
La doctora Arias dijo que podría decirnos si queríamos dado que en uno de los estudios que me realizó puede ver el sexo, pero Michael y yo queremos enterarnos juntos en nuestra próxima ecografía.
—Creo que lo logré —anuncia Jojo.
—Lo sabremos en un segundo —digo poniéndome en pie de inmediato.
Me apresuro a probarme el vestido y sonrío aliviada al ver como este me ajusta sin problemas.
—Me has salvado, gracias —digo—. Ahora debo darme prisa y terminar de arreglarme, nuestros invitados estarán aquí en cualquier momento.
Me siento frente al espejo y me dispongo a recoger mi pelo.
Mi cabello ha estado particularmente brillante últimamente, tanto que hasta me da un poco de pena el tener que trenzarlo. Creo que es debido al embarazo.
Abro una gaveta para buscar la cinta que utilizaré para recoger mi melena y mi mirada cae en la pequeña caja de terciopelo rojo en una esquina de esta.
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No tan buenos amigos (Historia de Redomia #2) (Disponible en fisico)
RomanceSi estás acostumbrada a vivir entre los mejores lujos, segura de poder tener todo lo que el dinero pudiera comprar, y de pronto te dijeran que te has quedado sin nada ¿qué harías? ¿Y si se te ocurriera una loca idea a la que tu mejor amigo te respon...