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Por suerte para el castaño, toda la velada pasa sin ningún contratiempo incómodo, HyungSik y él disfrutan como lo harían en cualquier momento, independientemente de que haya sentimientos por medio o no, pero tiene que reconocer que el 90% del tiempo lo ha pasado pensando en Yoongi.

Hay algo que le atora el cerebro y es el pensar lo bien que queda el mayor entre sus brazos, cada noche antes de dormir recrea el cómo Yoongi hablaba rozando los labios contra su piel y se agarraba a su camiseta, no pudiendo evitar suspirar.

Abre la puerta de su cuarto y un fuerte olor a humo le inunda las fosas nasales; sus ojos se abren desmesuradamente cuando ve a Yoongi tumbado en su cama, mientras mira al techo y absorbe la nicotina tóxica. No puede evitar sonreír porque su mayor frunce el ceño cuando se acerca.

- ¿Qué haces aquí, hyung? – pregunta retirándose la chaqueta, para colgarla de una de las perchas.

- Me gusta esta cama, así que, he venido a tumbarme en ella – responde impasible. Taehyung suelta una risita cuando lo escucha. Yoongi arquea una ceja cuando el menor se retira la camiseta - ¿Ya no te da vergüenza?

- ¿En qué quedamos? Me vas a volver loco, hyung – responde frunciendo el ceño, a la vez que se vuelve a mirarle.

Los felinos ojos del pelimenta recorren cada centímetro del torso de Taehyung, no es el más musculoso, pero no está mal; su color de piel es extremadamente bonito. Un carraspeo lo saca de su burbuja, descubriendo enternecido que el castaño está fuertemente sonrojado.

- No te preocupes, a mí tampoco meda vergüenza – Yoongi se incorpora de la cama y se deshace de su camiseta, haciendo que Taehyung se tape los ojos - ¡Oye! Seguro que a Sik y a Jiminie los has visto así.

- N-No... ¡No es lo mismo! – la sonora risa de Yoongi llega a sus oídos, y entonces decide retirarse las manos.

El pelimenta apoyado en la ventana, con la brisa meciéndole el cabello, su linda sonrisa como bandera y el humo del cigarro saliendo de él; la luna parece iluminar su preciosa piel. La sensación rara en el estómago le vuelve, siente que sus dedos cosquillean y que necesitan acariciar la bonita dermis de su mayor.

- Quiero mi recompensa – dice en bajito, tirando el cigarro por la ventana. Los profundos ojos felinos atraviesan al castaño, que se acerca a él como si estuviese atraído por un imán – porque no quiero seguir enfadado contigo.

- ¿Qué quieres hyung? – pregunta casi en un susurro, a escasos centímetros del cuerpo contrario.

- Mi primer beso – responde, aparentando normalidad. Pero Taehyung lo está viendo de forma cristalina.

El furioso sonrojo que hay en las mejillas de Yoongi es delatado por el brillo lunar, su labio es mordido con impaciencia y Taehyung, casi puede jurar, que está viendo la vía láctea al completo en los ojos del mayor. Con la torpeza propia del inexperto, posa sus manos en la cintura del pelimenta, acercándose lentamente a la boca del contrario.

Yoongi llega a cerrar los ojos en el momento en el que Taehyung posa sus labios en los suyos; la sensación es electrizante, mágica y casi podría decirse que irreal. Las manos del pelimenta se abren y cierran por no saber dónde dejarlas, hasta que decide ponerlas en los brazos del castaño.

El menor prueba a mover los labios, sintiéndose abrumado cuando es correspondido con la misma torpeza; pero a la vez está seguro de que esto es un sueño.

Después de algunos segundos que se les hacen demasiado escasos, Taehyung se separa del mayor, sin soltar la cintura ajena; Yoongi desvía la mirada por no poder soportársela al contrario, sintiendo cómo el agarre en su piel le arde.

- T-También ha sido el mido... - alcanza a decir Taehyung, avergonzado – n-ni siquiera sé si lo he hecho bien o no.

- Ni yo tampoco – bufa Yoongi, en un intento de no parece completamente enloquecido por lo maravilloso que ha sido.

- ¿Sigues enfadado conmigo? – susurra el castaño. Yoongi vuelve a conectar los ojos con él, haciéndole morder el labio.

- Dame otro beso y me lo pensaré – propone el mayor, presa de la vergüenza.

Taehyung no se lo piensa ni medio segundo; Yoongi lleva sus manos al cuello y el castaño las pasa por detrás de la espalda, dejándose llevar. Éste beso es igual de torpe, pero algo menos incómodo.

Ambos sienten que el corazón se les saldrá del pecho, su segundo primer beso compartido en esa noche en la que Taehyung ha tenido una cita y Yoongi ha ido a su casa porque estaba completamente celoso. Ni siquiera sienten el frío que entra por la ventana o que el mayor sabe a tabaco, simplemente es necesario tocar los labios ajenos con los suyos.

La falta de aire se hace presente y Yoongi esconde la cara en su pecho, igual de avergonzado que Taehyung; éste posa su barbilla en la cabeza del mayor y suspira.

- No hemos tenido una cita, hyung – susurra el castaño; no puede evitar sonreír cuando escucha la risita del pelimenta.

- ¿Quieres una cita? – pregunta Yoongi, jugueteando con las hebras castañas – me tienes entre tus brazos semi desnudo y me pides una cita – el pelimenta se separa, sonriendo en grande – ven aquí.

Las manos del mayor agarran el rostro ajeno y vuelven a chocar los labios; Taehyung piensa que no necesita en ese momento que no necesita una cita.

Y que se alegra enormemente de haberse peleado la semana pasada.

Teenage dream ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora