- Ahora sí, di lo que tengas que decir, Taehyungie.
Yoongi juguetea con las hebras castañas de su menor, que está dormitando en su pecho, fuertemente agarrado a su cintura; el castaño abre los ojos, mordiéndose el labio, sin atreverse a mirarlo.
- Me daba miedo hacerte daño, la primera vez no me lo dijiste, pero sé que te dolió mucho – dice en bajito, su corazón revolotea con la leve risa de Yoongi, haciéndole tranquilizar – yo entiendo que duele, pero eres lo primero para mí y no quería volver a hacerte sentir mal.
- Mal, lo que es mal, no me sentí precisamente – responde Yoongi – me he sentido peor después, pensando que ya no me deseabas o que no querías volver a hacerlo.
- ¿Perdona? Te has pasado el verano restregándote contra mí e insinuándote, no sabes lo difícil que es resistirse – dice con un puchero, subiendo su cabeza a mirarle – prometo no cortarme más, Yoonie hyung.
- ¿Sí? – ronronea, agarrando su rostro para subirlo al suyo; Taehyung entiende la indirecta, posicionándose entre sus piernas de nuevo – pues dame duro otra vez.
- Por favor, Min Yoongi.
El peliblanco se ríe, recibiendo el beso hermoso que tiene su menor para darle; los cuerpos desnudos se funden en uno solo, rozándose las entrepiernas con algo de vergüenza, pero disfrutando de la noche que tienen por delante.
La mano derecha de Taehyung baja a la entrada de Yoongi, apretando un poco antes de meter el primer dedo, su lengua enredándose con la contraria.
El menor bebe de la boca del contrario, que gime sin cortarse; recibiendo con menos dolor que antes el digito de su novio, que mueve lentamente, jadeando levemente entre los besos porque a pesar de haberlo hecho antes, eso sigue estando demasiado estrecho y delicioso.
Una idea maliciosa se pasa por la mente de Taehyung.
Yoongi pucherea cuando el menor se separa de él, pero la cara la siente arder cuando Taehyung le indica con las manos y en silencio, que se dé la vuelta.
Los felinos orbes de Yoongi ven de reojo cómo Taehyung se pierde más allá de sus nalgas y un gemido se atora en su garganta al sentir algo húmedo en su entrada algo dolorida; la lengua del menor lame con inexperiencia el agujero del peliblanco, que se agarra a las sabanas bajo de él, muriéndose de vergüenza y placer.
- ¿P-Piensas probarlo t-todo hoy? – pregunta, retorciéndose ante su lengua y el dedo que lo acompaña en estos momentos.
- Sí.
Otro dedo irrumpe dentro del mayor, que agradece a la lengua del castaño que le libere brevemente del escozor que aún siente por la sesión de antes; Yoongi alcanza a agarrar el botecito de lubricante, tirándoselo a Taehyung, que sonríe, para volver a su tarea, extasiándose con tenerle así.
Un vergonzoso gemido llena la habitación cuando el maltratado punto dulce de Yoongi es alcanzado con sus dedos, invitándole a darle con más brío.
Taehyung embiste con fuerza, su lengua retorciendo sus anillos, todo él rendido a lo poco que sabe su menor y lo bien que le hace sentir, solo pudiendo añadir un tercer dedo, que le hace gruñir, pues, a pesar de haberlo hecho antes, sigue estando igual de estrecho para él.
Yoongi alcanza el botecito de lubricante y se lo lanza, haciéndole sonreír ladino por ello; Taehyung embiste con todo lo que tiene, retorciéndole, llevándole a otro nivel de éxtasis diferente, cada vez, menos miedoso.
- V-Vamos, Taehyungie... Mmgh ~ - gimotea Yoongi, pidiendo por más.
- P-Pero dame un condón, hyung – se ríe, dejando besitos por sus nalgas.
- No es como si fuese a quedarme embarazado.
Taehyung abre mucho los ojos, pero asiente. Abandona su tarea, embadurnando correctamente su extensión del lubricante, para comenzar a introducirse, asombrosamente fácil, gracias al gel usado.
La sensación es abrumado, asfixiante y completamente nueva; el hecho de sentir al otro sin ningún molesto plástico de por medio, los llena a ambos de placer.
El menor no duda en embestir furiosamente a su novio, que siente sus muñecas doler cuando éstas son agarradas con fuerza por el castaño, que se sujeta de ellas; el cuerpo de Taehyung tapa por completa a Yoongi, inclinándose, atacando su cuello, mientras le llena hasta maltratar su punto dulce.
Yoongi disfruta en su interior de ese Taehyung duro, salvaje y que le está dejando una hermosa marca, que no dudará en mostrarle a la panda de gatas que mira mucho a su hombre.
Pero su corazón revoletea del amor más puro cuando después de un furioso mordisco, un besito decidido a paliar su dolor, aparece detrás; Min Yoongi se siente la persona más dichosa del mundo de poder tenerle, alegrándose a cada instante de haberse mudado, de sus citas, de haberse enamorado de él.
- Te amo – la voz dulce, grave y rota de placer de Taehyung se cuela por su oído, directamente a atacar su corazón.
El agarre en sus muñecas pasa a ser de sus manos, entrelazándolas; esa noche destinada a que recuperen el mes y medio perdido por sus inseguridades, a entregarse, al contrario, a amarse en repetidas ocasiones, cómo siempre hacen, dándole todo al contrario sin pedir nada a cambio.
Al día siguiente, se supone que ambos deberían llegar derrotados a clase, con ojeras y cara de cansancio, pero la gente casi se deslumbra.
Sus pieles brillan, sus cuellos están llenos de marcas y una sonrisita socarrona está formada en el rostro de Yoongi, que, con la mano derecha entrelazada con su hermoso novio, solo tiene un detallito para aquellas que tanto le miran.
Y no es nada más y nada menos, que un bonito saludo de buenos días, con su dedo de en medio.
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Teenage dream ❣ TaeGi
Hayran Kurgu⌜You and I, will be young forever⌟ ⇝ Taehyung top ⇝ Yoongi bottom