La pequeña familia entra por la puerta, con Taehyung llevando a su hija en los hombros, y Yoongi, cogido de la mano de su esposo, ambos pareciendo los retoños del castaño, que solo se muere de amor por lo lindos que son los dos.
- ¡Nayeonie! – grita Jimin, alzando los brazos hacia la pequeña.
- Chimchim – saluda ella, siendo recogida, cuando su padre se la da – mi bebé hermosa ¿Cómo estás? ¿Me echabas de menos?
La menor asiente, abrazándose fuerte a él y logrando que lágrimas de puro drama mezclado con amor intenso le lleguen a los ojos, haciendo que Yoongi ruede los ojos, pero se funda en un abrazo con Hoseok, que llega a interceptarlo cómo si no lo hubiese visto en años.
- Suga hyung – ronronea, restregando su mejilla contra la ajena – estás tan lindo.
- Soy un hombre mayor, no me digas eso – gruñe, con sus mejillas teñidas de rojo – Taetae sí es lindo.
- Yoonie, por favor – ríe levemente el castaño, que recoge del suelo a Sana, que llega dispuesta y directa a por su tío favorito – hola, mi pequeña princesa – la niña se sonroja fuertemente, agarrándolo de las mejillas – estás hermosa como siempre.
- Tío Taetae, te extrañaba – dice ella, una dulce niña de 6 años, de cabellos azabaches y sonrisa encantadora – al tío Yoonie, no.
- Oye, mocosa – gruñe el mencionado, girándose hacia ella – Nayeon, dile cosas a tu prima.
- ¡Eso! Papi es Nayeon – gruñe ella, en los brazos de Jimin, que se ríe – y de papá.
- ¿Vais a estar toda la vida igual? – pregunta una voz desde fuera, todos girándose a ver a Namjoon, que entra por la puerta, de la mano de su único hijo de unos 3 años – Taehyun, bebé, saluda a tus tíos.
- ¡Hola! – dice el menor, contento y emocionado - ¡Taetae!
- Otro – bufa Yoongi, recogiendo a su pequeña entre sus brazos, que arruga la nariz exactamente igual que él – solo falta la parejita problemática, ¿No van a llegar?
- Ni idea, la verdad – dice Jimin, encogiéndose de hombros – por cierto, Namjoonie hyung ¿Cómo llevas...?
- Cada vez mejor, poco a poco, Jiminie – le sonríe, con tristeza.
La madre de Taehyung sufrió de un cáncer rápido y fulminante, que lo dejó siendo padre soltero, antes de tiempo, pero, aun así, él es feliz con su bebé, ambos viviendo en Daegu como todos, excepto la pareja de Taehyung y Yoongi.
- ¡Ya estamos aquí! – dice, Jin, entrando divino, radiante y de la mano de Jungkook - ¿Realmente os sorprende? Llevamos toda la vida así.
- Y nos vamos a casar – continua Jungkook, sonriente.
- ¡¿Qué?! – dicen todos a la vez, sorprendidos.
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Y en efecto, después de pararse a pensar detenidamente, que llevan toda la vida juntos, a pesar de las peleas, de los malos momentos, siempre encuentran su lugar seguro en el contrario y han decidido celebrar su amor por todo lo alto, en las islas Fiji, rodeados de naturaleza y sus amigos más queridos.
Aunque eso de tener hijos se lo han dejado a sus amigos, tienen tres lindos sobrinos que serán sus consentidos toda la vida, mientras ellos, la viven intensamente.
Taehyung acuna a su hija entre sus brazos, mirando con ojos cómplices a su marido, que entiende a la perfección, solo de verlo a él y mirar enternecido el rostro de su niña, que duerme estupendamente bien entre los brazos de su padre.
- Nos tenemos que ir, Nayeon tiene que acostarse – informa Yoongi, levantándose a la misma vez que su esposo – mañana vendremos a veros otro rato, nos vamos quedar todo el fin de semana aquí – va diciendo esto mientras recoge las cosas, con su menor meciendo a la bebé, que se revuelve de disgusto – Namjoonie, ven tú también y que jueguen los niños ¿Sí?
- ¡Y nosotros! – pregunta Jungkook, dolido por ser ignorado por su mejor amigo.
- También, también – dice riéndose, echándoles a todos una última mirada – gracias por invitarnos, lo hemos disfrutado mucho.
- Buenas noches, chicos – finaliza Taehyung, de la mano de Yoongi, que lleva el bolso con las cosas de la nena y él, a la nena.
La pareja se va, andando hacia la noche de Daegu, dando un alegre paseo mientras Nayeon está felizmente dormida, ambos en silencio, disfrutando de una agradable noche, como tantas veces hicieron.
- ¿Te acuerdas cuando íbamos por aquí, de adolescentes? – pregunta Yoongi, sonriente – apenas pareciera que era ayer, que nos estábamos dando el primer beso, de forma tan absurda y vergonzosa – Taehyung bebe del leve sonrojo de su esposo – ¿Qué habría pasado si no me hubiese mudado? – el mayor frunce el ceño, enfureciéndose – solo de pensar que habrías acabado con HyungSik o con alguien más...
- Después de llevar 15 años juntos, es una tontería pensar eso, amor – ríe Taehyung, parándose en mitad de la calle, para atraerlo hacia sí – creo que te elegiría a ti siempre, Yoonie – susurra, acercándose a sus labios – yo me enamoré a primera vista de ti, ese día que me salvaste de que me cayese techo encima.
Yoongi recibe el dulce beso de su marido con el corazón acelerado y procurando tener cuidado de no despertar ninguno de los dos a su hija; es corto, pero intenso, les hace juntar las frentes, sonriendo.
- ¿Le dejamos la niña a mamá y nos vamos a un hotel? – pregunta el mayor, en un ronroneo – últimamente solo lo hacemos en su despacho, director Kim.
- Solo si mamá está de acuerdo, vicedirector Kim – responde el castaño, igual de juguetón que su esposo – total, Nayeon duerme hasta el día siguiente, al contrario – pega un fuerte tirón de su labio inferior, haciéndole jadear – de lo que te va a pasar a ti, amor mío.
Yoongi se relame los labios, impaciente y ansioso.
