𝟮𝟵

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Los meses pasan y el verano acaba; la pareja pasa momentos hermosos, sus madres los llevan de nuevo a la playa, se aficionan a jugar juntos al baloncesto, junto a Jungkook, salen a citas dobles con Jimin y Hobi, que poco a poco empiezan a salir, mucho más tímidos que ellos.

Y por desgracia, la realidad cae sobre ellos como un jarro de agua fría, y la dura escuela vuelve de nuevo; cosa, que solo añade inseguridad a Yoongi.

El mes y medio de jugar al baloncesto y hacer ejercicio, ha convertido a su atractivo novio, en aun más atrayente. No tiene suficientes gruñidos en su garganta para dedicarlos a cada chica que mira de forma descarada a su lindo Taehyung, el cual, se ha cortado el cabello y parece incluso un poco más mayor.

Además, que, agregándole cosas, no lo han vuelto a hacer desde que lo hicieron por primera vez; es una realidad que no han tenido muchas más oportunidades, pues sus madres siempre están en la casa, pero es que Yoongi se muere por volver a probar.

En más de una ocasión se ha visto a sí mismo restregándose de forma descarada contra su entrepierna y nada.

Por eso, ahora que está debatiéndose entre mirar a su novio y a su amigo echar un partido de uno contra uno en el campo de baloncesto o ir a arrancarle los pelos a las descaradas que lo miran hambrientas; su inseguridad crece como la espuma.

- ¿Entiendes ahora, lo que sentía yo? – pregunta HyungSik, sentándose a su lado y ganándose una preciosa mirada asesina - ¿Por qué tu no juegas?

- He perdido a piedra, papel o tijera – gruñe, sacándose un cigarro – voy a ir a matarlas a todas por mirar tanto a mi hombre, por lo menos tú, lo has dejado tranquilo de una vez – aspira la nicotina toxica, sintiéndose mejor - ¿Qué tal con Seoojon?

- Ahí vamos, empezando desde cero – sonríe, apoyándose en su mano – me sigues cayendo mal, pero te daré un consejo – Yoongi le mira, expectante – Taehyung es muy bueno y muy agradable, pero bastante cortado, dilo que te aflige o seguirá sin darse cuenta, porque, yo, te lo veo a kilómetros.

El peliblanco se sonroja fuertemente, abriendo y cerrando la boca, sin saber qué decir; la risa estruendosa de HyungSik llama la atención de Taehyung, que abandona el partido, para ir a por ellos.

- ¡Hola! – grita, yendo mientras corre.

En ese momento, a Yoongi le parece estar en un videoclip; sus cabellos mojados se mueven en sintonía, la camiseta se le marca al torso, el sudor le hace brillar la piel y juraría, que de sus ojos salen pequeñas estrellitas hermosas. Está completamente seguro de que acaba de enamorarse de nuevo de él.

- Hyung, no te pelees con Sikkie hyung – Taehyung pone los brazos en jarra, haciendo un pucherito – él ya está con Seoojon hyung.

- Para tu información, no nos estábamos peleando, idiota – gruñe Yoongi, levantándose de golpe - ¿Esa es la imagen que tienes de tu novio? ¿Eso piensas de mí? – Taehyung abre mucho los ojos, cuando al mayor, se le acumulan las lágrimas en los suyos – con razón, ahora entiendo muchas cosas, Taetae.

Al mencionado no le da ni tiempo a actuar cuando su mayor se marcha corriendo de las gradas, quedándose completamente patidifuso; nuevamente, la risa de HyungSik, le hace volver de la burbuja.

- Taehyungie, deberías estar más atento a las necesidades de tu chico – le dice socarrón – sé que eres un poquito corto, pero sospecho, que hasta tú lo sabes.

El menor desvía la mirada, porque es verdad. No lo han vuelto a hacer desde entonces, porque Taehyung teme volver a hacerle daño, como la primera vez; sabe que es una tontería, porque a su novio se le nota a leguas que quiere volver a hacerlo, pero tiene tanto miedo de dañar a Yoongi, que se corta automáticamente.

- Muchas veces, duele más un gesto, que una palabra – termina HyungSik, haciendo a Taehyung, pensar en muchas cosas.

- Muchas veces, duele más un gesto, que una palabra – termina HyungSik, haciendo a Taehyung, pensar en muchas cosas

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- ¡Mamá! ¡Voy a la ducha! – le grita Yoongi a su progenitora, la cual, ni responde. El pobre peliblanco se había escapado esa mañana del instituto, sin querer ver a Taehyung, pero no por enfado, si no por vergüenza.

El berrinche tan absurdo que le ha montado a su novio, lo lleva torturando desde que se lo hizo. Mientras el agua cae contra su cuerpo, piensa detenidamente cómo podría disculparse, odia en profundidad estar así con él y, ha descubierto, que ya no ama su soledad tanto como antes.

Una vez limpio, se viste con el pijama y se hace bolita en la cama, apretando contra sí, el peluche que Taehyung le regaló en su primera cita.

Cierra los ojos cuando siente la puerta abrirse, sin ganas de escuchar a su madre ahora mismo, no tiene ni hambre. Arruga la nariz cuando ésta se sienta en la cama con él, pero pronto los abre, cuando el aroma del champú de su novio, se cuela por sus fosas nasales.

Yoongi no tiene ni tiempo de preguntar cuando Taehyung le captura en un beso que lo sobrepasa; el peluche cae al suelo, y las piernas del mayor se abren para recibir al castaño.

- Me ha costado, pero le he pedido a tu madre, que se vaya a dormir con la mía – susurra Taehyung – un mes de cuidarte el jardín y uso de protección, hyung.

El peliblanco siente cómo cada célula sanguínea llega a formar parte de su cara, y en especial, cuando su novio deja una pequeña embestida ficticia contra su trasero; Yoongi recibe feliz los labios de Taehyung, dispuesto a olvidar, cada una de sus inseguridades más absurdas.

Teenage dream ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora