Teenage dream ❣ TaeGi

𝟭𝟭

Después de que Taehyung casi se ahogase debido a las palabras de Yoongi, éste se fue a su casa de nuevo. En el momento en el que se encontró solo en el cuarto, presa del más puro pánico, buscó su mejor ropa, algo que encajase con el look de chico malo que suele llevar su mayor y ver cuánto dinero tenía ahorrado.

- ¿L-Le gustará si gano algo en los puestos de peluches? – preguntó mirándose al espejo.

La sorpresa opacó fuertemente el rostro del castaño cuando se encontró arrugando la camiseta con vergüenza y las orejas rojas por completo.

Realmente tenía muchas ganas de que llegase mañana.

Su dedo tiembla tanto que probablemente no acierte a tocar al timbre de forma correcta. Taehyung lo acerca con indecisión, y en efecto, no consigue dar en el simple botón de dos cm de diámetro; rugiendo por lo bajito, al intentar darle otra vez, la puerta abriéndose, le hace dar un respingo del susto.

En el momento en el que sus ojos ven a la figura del pelimenta salir de su casa, siente ganas de gritar. Una camisa negra fluida, abierta hasta el tercer botón, una gorra y unos vaqueros del mismo color, solo consiguen que su precioso color de cabello, resalte.

Yoongi sonríe enternecido ante la cara de bobo que pone su menor; pero no tarda en fijarse en el conjunto del contrario. Las bonitas clavículas acaneladas de Taehyung se dejan ver gracias a la camiseta roja que lleva, unos vaqueros apretados y unos botines beige, lo hacen ver insultantemente guapo.

- ¿A todas tus citas vas así? – pregunta casi en un ronroneo, trayendo a Taehyung del plano astral al que se había marchado – normal que seas tan popular en el instituto.

- No lo soy, exagerado – pucherea, sacando una risita de Yoongi – v-vámonos.

El pelimenta sigue completamente divertido a la gran figura de Taehyung que se ha adelantado; sus felinos orbes recorren la espalda ancha y bajan hasta esa cintura menuda que tiene, no pudiendo evitar pararse en el respingón trasero del castaño.

Siente sus manos picar por estamparlas ahí, pero prefiere mantenerlas ocupadas al sacarse un cigarro.

- ¿Iremos en autobús? – pregunta despreocupado, adelantándose para ponerse a su lado – o en taxi.

- No me da el presupuesto para todo, así que, nos toca ir en bus – responde algo apenado, metiendo las manos en los bolsillos – el año que viene ya podré sacarme el carnet, y papá me ha prometido comprarme un coche.

- ¿A dónde me vas a llevar? – la sonrisa coqueta del pelimenta parece hacer competencia con el sol a la hora de iluminar el día, atacando exitosamente el corazón del menor – quiero ir a la playa.

- Te llevaré si eso quieres – susurra, casi inaudible, pero lo suficiente para que Yoongi, lo escuche. Taehyung no consigue ver, el brillo hermoso de los ojos oscuros del mayor.

Por fin se bajan del viaje de autobús más largo de la historia de Taehyung; el parque no está excesivamente lejos, pero le ha tocado llevar a Yoongi encima de sus piernas. Cuando han entrado en él, muchas parejas y grupos de amigos, que ahora se han bajado también, solo habían dejado un asiento libre, así que, el pelimenta decidió que era una buena idea ir los dos ahí sentados.

Siente que ha ganado varios años de vida por esa situación, pues no sabía dónde poner las manos sin tocar a su mayor, y éste no paraba de moverse en sus piernas mientras le contaba cosas.

Al llegar a la puerta del parque, observan que hay dos colas para entrar; una de ellas es excesivamente larga y les hace bufar por eso, pero la otra, es considerablemente más corta. Al fijarse, se dan cuenta de que, en ésta, todo son parejas, así que Taehyung niega rotundamente con la cabeza al ver la cara de malicia de su mayor.

No es ni consciente cuando ambos están cruzando la entrada al parque cogidos de la mano; uno feliz por ahorrar tiempo y el otro, sintiendo que cada célula sanguínea está en su rostro.

- Me quiero montar en todos los peligrosos, vamos, Taehyungie – Yoongi tira de la mano que aún tiene entrelazada con él y el castaño, asume, que los años de vida que ganó hace un rato, se verán acompañados de unos pocos más.

Y en efecto, a la sexta atracción, Taehyung siente morirse y pide descanso. Está atardeciendo y no puede más con su vida. Todo han sido largas colas, y unos segundos de horror. Por lo menos, la risa llena de diversión y emoción de su mayor, le ha servido para calentar su magullado corazoncito.

- S-Sentémonos aquí, hyung, por favor – lloriquea, casi rogando – necesito descansar un poquito.

- Eres un bebé – ríe Yoongi; ve cómo su menor se sienta y le sonríe – voy al cuarto de baño, no te muevas de aquí y no te metas en problemas, ya casi he terminado mi enfado contigo, no quiero volver a cabrearme.

Taehyung asiente y un puchero se pronuncia cuando Yoongi deja unos golpecitos cariñosos en su cabeza antes de marcharse. Los ojos del castaño vuelven a fijarse en la figura menuda y hermosa de su mayor, un suspiro delatador sale de sus labios al sentir la mano que lleva toda la tarde enlazada con la suya, jodidamente cálida.

Un sonido le llama la atención y ve a su derecha un puesto de peluches que se obtienen con una pistola de balines. Casi puede jurar que sus ojos han echado chispas porque por fin lo va a conseguir.

Su ceño se frunce cuando llega al banco y su menor, no está. Cuando el gruñido casi brota de sus labios, un sonido lo interrumpe.

- ¡Yoongi hyung! – el mencionado se vuelve y la imagen casi lo mata. Las mejillas hinchadas y sonrojadas de Taehyung, su figura llegando hasta él con un precioso y enorme peluche de una galleta marrón en el brazo que no está usando para saludarle, sus cabellos moviéndose debido a la brisa por correr.

En ese momento está seguro, de que Taehyung parece soltar brillo por toda su anatomía.

- E-Esto es para ti – Yoongi se muerde el labio ante la imagen preciosa de su menor entregándole el peculiar peluche, con los ojos en el suelo y las orejas completamente rojas. Obtiene el objeto y lo atrapa entre sus brazos, sintiendo que su corazón se saldrá del pecho – p-por esto no nos pudimos venir en taxi.

La sensación rara en el estómago de Yoongi, es más bien un zoológico al completo.