𝟮𝟱

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El castaño deja a su novio en el suelo, una vez dentro de la habitación, mirándole con intensidad a los ojos, haciéndole sentir abrumado, asustado y completamente inseguro por lo que va a pasar, al parecer.

Taehyung le agarra el rostro para comenzar un beso más profundo, en el que las lenguas salen a saludarse, enrollándose entre ellas, degustando el sabor del otro. Yoongi no puede evitar sonreír entre el beso, pues su menor sabe a fresas, esas que tanto insistió en comprar para llevarlas.

Se agarra con fuerza a su camiseta, la sensación de tener a Taehyung envolviéndole solo con su presencia, le hace jadear cuando se separan.

Ni siquiera abre la boca cuando lo suelta y con lentitud, lo lleva de la mano a la cama. Yoongi se tumba primero, recibiéndole a su lado, volviendo a besarse con intensidad, ambos pegándose lo máximo posible; la mano izquierda del castaño se va directa al trasero de su mayor, que agarra fuertemente.

El sudor frío recorre la espalda de Yoongi cuando Taehyung se separa del beso y mete la mano en el bolsillo; una ceja arqueada en el rostro de su novio, le hace sonreír con vergüenza.

- Me lo ha dado Jungkookie – susurra, con demasiada vergüenza.

- Es realmente gracioso, que siempre lo insinúes tú y ahora, te pongas así de tímido – canturrea Taehyung, apretándolo aún más contra él – en realidad, amo cada parte incoherente de tu personalidad, amo todo de ti, Min Yoongi.

El pelimenta cierra los ojos cuando recibe los labios de su menor junto a los suyos; su espalda da contra el colchón y sus piernas se abren instintivamente, recibiendo a Taehyung entre ellas.

Las manos del castaño acarician su torso de forma tímida y torpe, casi con miedo a hacerle algo indebido; Yoongi jadea cuando éstas se aprietan contra su cintura, cuando los dedos de Taehyung rozan su piel expuesta al haberse corrido la tela. Con vergüenza, las mete dentro de la camiseta, casi muriéndose de alegría y vergüenza por sentir la preciosa piel de su novio sin ropa molesta de por medio.

Yoongi pasa los brazos por su cuello, pegándole más contra su cuerpo, sin poder evitar el jadeo entre el beso cuando siente la extensión del menor contra su trasero. Taehyung se separa levemente, bajando sus besos por su mandíbula, su cuello y repartiéndolos por ahí, creciéndose conforme llegan los gemidos a su oído.

- ¿P-Puedo quitarte la camiseta? – pregunta el castaño; Yoongi asiente.

Taehyung se retira lo justo, para quitarle la camiseta; la imagen le golpea la mente, pues su torso al descubierto, sus mejillas sonrojadas y el brillo de sus ojos, le hacen enamorarse de nuevo de él.

El castaño baja de nuevo, directo a repartir sus besos por las clavículas, sonriendo cuando siente las manos de Yoongi apretar su camiseta, cuando escucha sus leves jadeos gracias a las sensaciones en su cuerpo. Con timidez, sube una de sus manos, atrapando entre dos de sus dedos, uno de los botoncitos rosados.

El gemido del pelimenta, le hace asustarse, pero cuando levanta la cabeza, se relaja cuando le ve morderse el labio con vergüenza. Le es imposible resistirse mirarle directamente al retorcérselo de nuevo.

Su intuición le guía, cuando baja sus besos de las clavículas, por el pecho, llegando hasta ese pezón que tiene entre sus dedos, para sustituirlo por los labios. Yoongi gime con vergüenza al sentir la lengua y los belfos de Taehyung juguetear con él, casi muriéndose cuando su otra mano, ataca el contrario.

Todo el cuerpo del pelimenta sufre de temblores, sensaciones nuevas y ganas de ir más allá, su menor lo está haciendo todo con tacto y con cariño, se siente amado, deseado y protegido, como si fuese lo más valioso.

- Q-Quítate la camiseta, Taehyungie – susurra, increíblemente avergonzado por decir eso.

Los ojos de ambos conectan, mientras el mencionado tiene atrapado su pezón por los labios, guiñándole el ojo. Deja un beso en su pecho, antes de incorporarse y retirársela como se lo ha pedido.

El coche de pieles, los abruma a ambos, que jadean al sentirlas tan calientes, un cosquilleo les inunda, solo obligándoles a enfrascarse en otro beso, que les abruma de sensaciones desconocidas y nuevas, que les hace subir de tono por segundos, las lenguas se enrollan entre ellas, los chasquidos se escuchan por toda la habitación.

Taehyung baja su mano derecha, peligrosamente certera a su objetivo; Yoongi abre mucho los ojos, cuando ésta se coloca directa encima de su botón del vaquero corto que lleva, pero vuelve a cerrarlos, si es su lindo novio, todo estará bien.

Ambos se ríen por la torpeza de retirarle los pantalones, teniendo incluso que cortar el beso, pues con Taehyung entre sus piernas, le ha sido jodidamente complicado.

La mano del menor se posa sobre su extensión, acariciándola por encima de la tela, recogiendo los jadeos que tiene su mayor para ofrecerle, sintiendo la suya propia asfixiarse entre su bañador, el cual se habría quitado ya, si tuviese algo debajo. Yoongi muriéndose de vergüenza, baja su mano, metiéndola dentro de él.

Un gruñido se escapa de los labios de Taehyung, cuando siente la fría mano del mayor agarrar su extensión y bombearla con facilidad, no por nada, él tiene una también.

La habitación es un lio de jadeos, gemidos y chasquidos de besos, ambos chicos restregándose contra el cuerpo del contrario, el momento que llega, que los desean a cada segundo que pasa.

- N-No tenemos lubricante, h-hyung... - dice con dificultad, sin poder creerse que haya dicho esas palabras.

Yoongi abre los ojos con amplitud, sumiéndose en una profunda vergüenza por lo que va a hacer. Agarra la diestra de su menor, llevándosela a su boca.

Taehyung siente morirse cuando Yoongi, comienza a lamerle dos de sus dedos.

Teenage dream ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora