𝟮𝟴

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El hermano de Jin los deja a todos en la puerta del instituto, con un ambiente raro, pues Jungkook y él no consiguieron arreglar sus diferencias, pero, por otro lado, Hobi y Jimin, sonrojados y de la mano, se van juntos hacia casa, en un silencio cómodo; la última pareja entrelaza las manos y se marchan sin despedirse de los otros dos. Ese fin de semana ha sido muy especial para ellos, han avanzado un paso más en su relación.

La mano de Taehyung se siente cálida para Yoongi, a pesar de que él también tiene una grande, la suya es envuelta con amor y cariño; un feroz sentimiento de devoción hacia su novio lo desborda y le hace detenerle.

Los labios de Yoongi abordan los de Taehyung, que lo recibe feliz, atrapándolo por la cintura, ignorando las miradas desaprobatorias, maliciosas y de asco que alguna gente que no entiende de amor, les echa. El beso es lento, tranquilo, lleno de sentimientos hermosos que solo se pueden tener la primera vez que te enamoras de alguien.

Ojalá esto durase para siempre, piensan los dos a la vez, hasta que una conocida voz los hace separar, ambos muertos de vergüenza.

- ¡Min Yoongi! – grita su madre, que llega con la de Taehyung, ambas con bolsas de compras en sus manos – suelta al pobrecito mío, lo vas a asustar, anda que montar un espectáculo aquí, en mitad de la calle – Yoongi esconde el rostro en el pecho de su menor, que se ríe, avergonzado también.

- Hey, Taetae, vamos – dice Dahyun, completamente seria – debemos hablar y llevas todo el fin de semana con Yoongi.

Los tres restantes miran de forma asombrada a la rubia, pero su hijo, asiente. Taehyung deja un beso en la frente de su novio, para acercarse a su madre y ayudarle con las bolsas, marchándose con ella poco después ambos directos hacia la casa. el corazón de Yoongi está hecho un puño, completamente preocupado por lo que pueda ocurrir.

Madre e hijo dejan la compra, en silencio; el menor está tan nervioso que no puede evitar tirar uno de los botes al suelo.

- Mamá, por favor, dime qué ocurre – dice con un puchero, recogiéndolo – yo pensaba que querías que estuviese con Yoongi hyung, siempre te ha gustado más él, que yo, no entiendo a qué viene tanta seriedad al vernos.

- Ha llegado algo para ti, anda, está encima de la mesa del salón – le responde su madre, a lo que Taehyung asiente.

El menor se levanta de nuevo, marchándose al salón, para recoger en efecto el sobre que hay encima de ella; el corazón se le desemboca, sus ojos se llenan de lágrimas de emoción y le falta la respiración cuando lee el remitente, al abrirla, solo puede llorar de felicidad y alegría.

- ¿Podré ir a la Universidad General de Seúl? – pregunta, completamente emocionado – si eso es una gran noticia, no entiendo a qué viene la cara larga, mamá.

- ¿Has pensado qué va a hacer Yoonie? ¿Él qué quiere estudiar? Si se queda en Daegu ¿Irá a verte? ¿Seguirá contigo? – le pregunta, cruzándose de brazos – en mi opinión, no has podido encontrar un novio mejor que Yoonie, pero es una realidad que apenas sois adolescentes, tenéis que vivir muchas cosas y no me da la gana de que vayas a dejar pasar esta oportunidad gracias a tu padre – Taehyung agacha la cabeza, sintiéndose fatal – normalmente no aceptan a la gente con tanta antelación, da gracias a que es amigo del director.

- Yoongi hyung y yo no nos vamos a separar, porque estoy seguro de que, aunque me tenga que ir a Seúl y él no pueda venir, seguiremos estando juntos – le dice con seguridad, apretando los puños – sé que es complicado decirlo, somos tan jóvenes y tenemos toda la vida por delante, pero estoy completamente seguro.

- Eso espero yo también, amor – sonríe Dahyun, apretando los mofletes de su hijo – porque no querría a nadie más a tu lado que a Min Yoongi.

- ¿Puedo ir a verle? – pregunta con un pucherito.

- Corre – le guiña un ojo, divertida.

Taehyung sale corriendo de casa, sorprendiéndose gratamente cuando se encuentra a su lindo novio en la puerta, a segundos de tocar el timbre. El castaño lo envuelve entre sus brazos, besuqueando sus mejillas, haciéndole sonrojar irremediablemente, pero sin dudar un segundo en rodearle la cintura.

- ¿Todo bien? ¿La señora Kim no te ha dicho nada malo? – pregunta, levantando la cabeza para mirarle debidamente.

- No era nada, un asunto sin importancia, Yoonie hyung – dice, sonriendo y acariciándole el cabello - ¿Te creerías si te he echado de menos en estos minutos? A pesar de llevar todo el fin de semana juntos.

- Yo también Taehyungie – sonríe, deslumbrando al día con sus hermosas encías y pequeños dientecitos - ¿Te parece si vamos a una cita?

- ¡Sí! – responde contento, dejando un casto beso en sus labios – te amo, hyung.

El mencionado se sonroja aún más, poniendo una leve mueca de vergüenza que hace enternecer a Taehyung, que no duda en agarrarle la cara con suavidad y darle el beso que realmente se merece.

Los labios de ambos se mueven en perfecta sincronía, aun aprendiendo del otro, saboreando la boca de su primer amor, entregándose mutuamente esos sentimientos que tienen para el contrario; sus madres los ven desde la ventana, ambas enternecidas por ese amor adolescente que ellas también vivieron en su momento.

- ¿Vamos a estar juntos para siempre, Taetae? – pregunta al separarse, con los ojos cerrados.

- Eso se nos va a quedar corto, hyung – responde con cariño, entrelazando sus manos – porque no tengo intención de estar solo contigo en esta vida, estoy seguro de que te buscaré en todas y cada una de ellas.

Con los corazones latiendo a la vez, sonrojos del más puro amor y las manos siempre entrelazadas, los dos chicos empiezan un hermoso paseo, sin querer separarse nunca.

Teenage dream ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora