𝟯𝟵

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- ¿Qué vaya contigo? ¿A Seúl? P-Pero mamá no tiene tanto dinero como para mantenerme a mí allí, es complicado Taehyungie – pucherea, sintiéndose mal.

- Hagamos una cosa, Yoonie hyung – le dice, contento – atrasa tu entrada a la universidad a un año después, ahorremos y trabajemos juntos, para poder irnos los dos – el mayor le escucha, con atención – p-puedes hacer algo relacionado con el trabajo social y yo con la dirección de empresas, podemos realizar mi sueño a la vez.

- A mí la gente no me gusta y lo sabes.

- No me refiero a que debas estar con gente – explica, tomando aire – mi máster es especialización de ayuda a personas con algún tipo de falta de movilidad funcional, si te tengo a ti como trabajador social, podemos crear la empresa más grande respecto a las personas con necesidades de todo Seúl – Taehyung le agarra el rostro, mirándole con anhelo – Yoonie, estaríamos juntos para siempre.

- ¡Papá! ¡Despierta! – escucha decir, dando un pequeño bote - ¡Papá!

Yoongi abre los ojos, encontrándose a su pequeña de dos años sentada encima de él, intentando ubicarse; se frota un ojo, buscando a Taehyung con los ojos, sin encontrarlo. La niña se tumba encima, todo lo poco larga que es, apoyando sus coditos en el pecho, para cogerse el rostro con las manos.

- Papá duerme mucho – canturrea la menor, haciéndole reír a él.

- ¿Y papi? – pregunta, pasando las manos por su pequeña cintura - ¿Nos volvemos a dormir, pequeña monstrua?

- No, papi te llama – dice la niña – papi está en el salón.

- Pues nada, vamos a por él – ronronea Yoongi, levantándose con su bebita de un par de años entre sus brazos.

Yoongi anda con su hija mientras ésta juguetea con sus mejillas, totalmente divertida por ello, hasta que se cansa y se agarra a su cuello, escondiendo su lindo rostro, restregando su pequeña naricita de botón contra la piel del mayor, que se ríe enternecido por las muestras de cariño de su niña.

El castaño los ve llegar y un nuevo ataque de emoción lo aborda; los ama a ambos, pero aún le cuesta superar que él no pudiese darle hijos a Yoongi, que no pudiesen utilizar su esperma para traer a un bebé al mundo.

Aún va a terapia para ello, porque pasó una pequeña depresión, una la cual tuvo a su amado esposo a su lado, desde el primer momento.

Padre e hija se sientan encima del regazo del castaño, que se siente morir cuando su pequeña terremoto lo mira con los mismos ojos felinos con los que lo mira su marido, sintiendo que son su vida entera, que no puede ser más feliz.

- ¿Qué quieres, cielo? – pregunta Yoongi, cediéndole a su hija – Nayeonie me ha dicho que me llamabas.

- Sólo quería que disfrutemos los tres de nuestra tarde libre – le dice, dejando que su hija se acomode entre sus brazos – podríamos hacer cualquier cosa, pero que estés durmiendo no me ayudaba, por eso se lo he dicho.

- Eres tan lindo – sonríe Yoongi, acercándose a besarlo, pero cierta infante, se lo impide.

La manita de Nayeon se interpone entre los labios de sus padres, ganándose un bufido de su padre más mayor, que la mira con el ceño fruncido; Taehyung los mira riéndose, mientras ellos se matan con la mirada.

- Papi es de Nayeon – dice la nena.

- Papi es mío, mocosa – gruñe Yoongi.

Y es cuando los dos peleantes se ponen en alerta, pues un pequeño sollozo de parte del castaño los hace alterarse; padre e hija ven cómo Taehyung lloriquea en silencio al verlos, y se abrazan a él, queriendo protegerlo.

- Papi, no llores.

- No te preocupes, solo me he emocionado un poquito, pequeña – le dice a su hija, que le retira las lágrimas.

La pequeña familia cierra los ojos, disfrutando en silencio de su compañía; Taehyung piensa que es curioso como su marido y su hija se pelean constantemente por él, le resulta bastante tierno y agradable, a pesar, de que lleva toda la vida teniendo que aguantar cómo Yoongi le marca el terreno delante de todo el mundo.

Pero lo agradece; toda la vida va a alegrarse de haberle dicho al que es ahora su marido que viajase con él a Seúl, que hiciesen la empresa juntos, que se unieran en matrimonio o que buscasen a Nayeon.

Se alegra incluso de haberle dejado aquella vez, pues Yoongi, a pesar de ponerse celoso, aprendió a decirle las cosas debidamente.

Eso no quiere decir que todo lo que hayan pasado haya sido fácil, pues ser dos hombres casados y en trámites de tener a una bebé es muy complicado en Corea, pero a ellos siempre les dio igual, su amor siempre fue por delante de lo normalmente establecido o las peleas que tuviesen.

Solo ellos eran importantes, y ahora, también lo es su hija.

El teléfono suena y Yoongi se separa un poco de ellos, sonriendo en grande cuando su mejor amigo le llama; descuelga emocionado, hace demasiados días que no hablan y realmente le extrañaba.

- ¡Hobi!

- Yoonie hyung – saluda el otro emocionado por el teléfono - ¡Suga hyung! – escucha la voz de Jimin, haciéndole reir - ¿Por qué no nos reunimos todos, este fin de semana?

- Esperad, que lo pongo en altavoz – Yoongi ve cómo sus dos menores le miran con ojos grandes y abiertos, escuchándoles - ¿Dónde nos reuniríamos? Nayeon quiere ver a Dahyun, me ha dicho que la echa de menos.

- Venid a casa este fin de semana – explica Jimin al otro lado – también vendrán Jinnie hyung, Jungkookie y Namjoonie hyung.

- Oh, estupendo – asiente Taehyung, chocando con su hija.

- Allí nos veremos, chicos – dice Yoongi, colgando el teléfono.

- ¿Cómo estarán Jinnie y Jungkookie? – pregunta Taehyung, recibiendo de nuevo a su esposo debidamente en su regazo – la última vez que los vimos casi se pelean, a lo mejor la niña no debería ir.

- Llevan toda la vida yendo y viniendo, son muy pesados – comenta Yoongi, con aburrimiento – a pesar de todo, cada vez que se ven se atraen como la luz a los mosquitos, a saber, con que nos vienen en esta ocasión.

- Tienes razón, Yoonie.

Y ahora sí, la pareja se funde en un beso, que es dulcemente acompañado por uno en la mejilla de ambos, de la pequeña luz de su vida.

Teenage dream ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora