38. Celebración

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AARON

Me encuentro desesperado y no se me ocurrió una idea mejor que venir a la casa de India. Le mande un mensaje hace una hora para decirle que necesitaba su ayuda urgentemente, obvio que ella me pidió a cambio algo, por el simple hecho de ser ella y aparte porque no soy su persona favorita en el mundo.
Me encuentro en la puerta esperando que me abra sintiendo que pasó una eternidad hasta que por fin aparece. Sin mencionar una palabra, me examina de arriba a abajo y se hace un lado dándome a entender que puedo pasar.
No puedo evitar sonreírme. Se que es así de protectora porque cuida a su amiga, y también se que lo es personalmente conmigo porque no fui la mejor persona para Ainhoa.

—Tuviste suerte, Ainhoa se fue hace unos minutos a terapia.

Escucho eso y automáticamente siento mi estomago retorcerse.

Apenas me desperté hoy temprano, me enteré que mi familia ya no iba a ser más mi familia. Me sentaron en la mesa cual niño pequeño para decirme que el tiempo de prueba había acabado y que ellos tenían muchos problemas económicos para adoptar a un niño, y que decidieron decírmelo ahora, habiendo pasado dos años, porque ya tengo casi mayoría de edad y puedo legalmente vivir solo. Se que no es culpa de ellos, es totalmente culpa mía que la gente no me quiera, porque estoy roto, arruinado y nadie podría quererme así.
Lo que más me dolió fue despedirme de Alice, aunque mis ex padres me dijeron que puedo venir a visitarla cuando me plazca. No pude evitar llorar abrazándola y diciéndole que jamás la abandonaría, y creo que es lo más real que he dicho en mucho tiempo. Ella me salvo de muchas cosas, así DE pequeña y todo, y yo le debo mi vida y me encargare de que sigamos siendo hermanos. En cuanto a mis padres, entre comillas, los mande bien al carajo, merecidamente, ya que jugaron conmigo en todo momento, y por mas que el problema económico haya surgido luego de la pre adopción, podrían habérmelo dicho desde ese momento y ser un poco mas responsables y adultos, para no ilusionarme que al fin alguien podría quererme, y les dije que me encargare de que nunca más caiga otro niño adoptivo en sus manos, porque un niño como yo y los demás necesitamos estabilidad, no sentirnos un paquete que va de un lado al otro.

Al otro día no fui a la escuela y encima me entero de la pelea de India y Ainhoa con la imbécil de Ailin, si es que así se llamaba. Para colmo luego del mejor día de mi vida, que fue al fin follar con Ainhoa, me entero que su cumpleaños es mañana, y todo se derrumba nuevamente. Se que no tengo porque saberlo, que lo nuestro fue muy intenso desde un comienzo, y no tuvimos tiempo para esos detalles, pero no puedo evitar sentir un gusto amargo en mi boca. No quiero decepcionarla, de nuevo, ya que es lo que hago cada segundo, con todas las personas.

Mierda.

Por momentos solo quiero irme de aquí y estar solo, alejarme de todos y no arrastrar a nadie conmigo.

Esa misma tarde tome una decisión. Le mande un mensaje a India para que me ayude, si, pero también decidí contarle a Ainhoa la verdad, luego de su cumpleaños. Quiero que pueda disfrutar su día, y ser feliz, y luego le contare la verdad y me iré si ella me lo pide, le contare todo lo que vengo guardando hace mucho tiempo. Que fui yo el chico que la llevo al hospital cuando apenas podía respirar, que soy el que le dejo ese collar para que pueda tener algo mío, y que conozco no solo a su madre, si no también a su psicólogo.

Dios, soy una mierda, pero le voy a explicar mis motivos, y espero que los entienda, porque la caída va a ser muy dura sin que ella me sostenga nunca más.

Vuelvo a la realidad y me encuentro con India mirándome con el ceño fruncido.

—Siéntate ojos lindos.

Voy hacia la barra de la cocina y me siento en la banqueta, entrelazando mis manos en la mesada.
India me inspecciona de arriba a abajo como si fuera un investigador de criminales. Toca su barbilla con su mano y niega con la cabeza.

Pude haber sido yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora