Capítulo 22: Reflexiones en la Distancia

0 0 0
                                    

Lucía se despertó al día siguiente con una sensación de vacío y soledad. Sabía que la decisión de internar a Samuel era la correcta, pero no podía evitar sentirse triste y preocupada por él. Durante el desayuno, sus padres trataron de animarla, pero ella estaba demasiado absorta en sus pensamientos como para prestarles atención.

Después de la escuela, Lucía decidió visitar a Samuel. Mientras caminaba hacia el centro de rehabilitación, sus pensamientos estaban enredados en una maraña de preocupaciones y esperanzas. Llegó al centro y fue recibida por una amable enfermera que la guió hasta la sala de visitas.

Samuel estaba sentado en una silla, mirando por la ventana. Al verla, se levantó y le sonrió, aunque su sonrisa no alcanzaba sus ojos.

*Lucía* "Hola, ¿cómo te sientes hoy?" —preguntó, tratando de sonar optimista.

*Samuel* "Hola, Lucía. Estoy... estoy bien, supongo" —respondió, con una leve inclinación de hombros—. "Es difícil, pero estoy tratando de mantenerme positivo."

Se sentaron juntos, y Lucía tomó su mano, sintiendo la tensión en sus dedos. Pasaron unos momentos en silencio, disfrutando de la compañía del otro sin necesidad de palabras.

*Lucía* "Samuel, he estado pensando mucho en nosotros" —dijo finalmente, rompiendo el silencio—. "Quiero que sepas que estoy aquí para ti, pero también necesito cuidar de mí misma. Este proceso es difícil para los dos."

Samuel asintió, mirando sus manos entrelazadas.

*Samuel* "Lo sé, Lucía. Siento haberte puesto en esta situación. No quería ser una carga para ti."

*Lucía* "No eres una carga" —respondió con firmeza—. "Te amo, y quiero verte bien. Pero necesito encontrar un equilibrio para que ambos podamos salir adelante."

Samuel levantó la mirada, sus ojos llenos de gratitud y tristeza.

*Samuel* "Gracias por estar aquí. No sé qué haría sin ti."

Después de un rato, Lucía se despidió de Samuel y salió del centro. Mientras caminaba de regreso a casa, se sintió abrumada por una mezcla de emociones. Sabía que este camino sería largo y lleno de obstáculos, pero estaba decidida a seguir adelante.

Al llegar a casa, se encontró con Ximena y Margarita, quienes habían decidido hacerle una visita sorpresa. Las tres amigas se sentaron en la sala, y Lucía les contó todo lo que estaba pasando con Samuel.

*Margarita* "Lucía, eres increíble. No sé cómo manejas todo esto" —dijo, admirada—. "Pero recuerda que no tienes que hacerlo sola. Estamos aquí para ti."

*Ximena* "Sí, cuenta con nosotras para lo que necesites. No tienes que cargar con todo esto sola" —añadió, tomando la mano de Lucía.

Lucía sonrió, sintiendo una ola de gratitud por tener amigas tan maravillosas. Sabía que el camino sería difícil, pero con el apoyo de sus amigas y su familia, sentía que podría encontrar la fuerza para seguir adelante.

Esa noche, después de que Ximena y Margarita se fueran, Lucía se sentó en su escritorio y abrió su diario. Empezó a escribir, dejando fluir sus pensamientos y emociones.

*"Hoy fue un día difícil, pero también lleno de pequeños momentos de esperanza. Ver a Samuel luchar por su recuperación me da fuerzas para seguir adelante. Sé que esto no será fácil, pero con el apoyo de mis amigas y mi familia, creo que podemos superar cualquier obstáculo. Solo necesito recordar cuidar de mí misma también, y encontrar ese equilibrio que nos permita a ambos sanar."*

Cerró su diario y se metió en la cama, sintiéndose un poco más ligera. Sabía que el camino sería largo, pero estaba decidida a enfrentarlo con valentía y determinación. Con el apoyo de sus seres queridos, estaba segura de que encontrarían la manera de salir adelante juntos.

"Sombras y Destellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora