Capítulo 49: Distancias y Desencuentros

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Lucía comenzó su día con una mezcla de nervios y determinación. Su relación con Samuel se estaba reparando lentamente, y aunque aún sentía la distancia entre ellos, estaba decidida a mantener su promesa de hacer las cosas bien. Sin embargo, no esperaba que el día tomara un giro inesperado.

En la universidad, Alejandro estaba esperando a Lucía con una sonrisa. Aunque habían pasado más tiempo juntos recientemente, Lucía no podía evitar notar que la actitud de Alejandro parecía haber cambiado.

*Alejandro:* "¡Hola, Lucía! ¿Cómo estás hoy?"

*Lucía:* "Bien, gracias. ¿Y tú?"

*Alejandro:* "Mejor ahora que te veo. ¿Te parece si almorzamos juntos? Tengo algo que me gustaría hablar contigo."

Lucía asintió, sintiéndose un poco nerviosa, pero sin querer ser descortés. Durante el almuerzo, Alejandro se mostró más atento y cercano de lo habitual, lo cual empezó a incomodarla.

*Alejandro:* "Lucía, he estado pensando mucho en ti últimamente. Creo que... siento algo más que amistad por ti."

Lucía sintió cómo el color se le iba del rostro.

*Lucía:* "Alejandro, yo... estoy con Samuel. Sabes lo importante que es para mí."

*Alejandro:* "Lo sé, pero no puedo evitar lo que siento. Lucía, déjame demostrarte que puedo ser más que un amigo."

Antes de que Lucía pudiera responder, Alejandro se inclinó hacia ella e intentó besarla. Lucía, en shock, se apartó bruscamente.

*Lucía:* "¡No, Alejandro! Esto no está bien."

Alejandro se quedó congelado, la expresión de sorpresa y arrepentimiento en su rostro.

*Alejandro:* "Lo siento, Lucía. No quería incomodarte. Solo pensé que..."

*Lucía:* "¡Pensaste mal! Estoy con Samuel y lo amo. No puedes hacer esto."

Alejandro intentó disculparse, pero Lucía se levantó y se marchó rápidamente. Llegó a su apartamento sintiéndose frustrada y enojada. Arrojó su bolso al suelo con fuerza y se dejó caer en el sofá, tratando de calmarse. Decidió llamar a Samuel, buscando su apoyo.

*Lucía:* "Hola, Samuel. ¿Cómo estás?"

Samuel, aún afectado por los celos y la desconfianza, respondió con frialdad.

*Samuel:* "¿Qué quieres, Lucía?"

*Lucía:* "Quería contarte algo que pasó hoy. Alejandro intentó besarme, pero lo rechacé. Estoy tan enojada y confundida..."

*Samuel:* "Lo sabía. Sabía que ese tipo intentaría algo. ¿Por qué sigues pasando tiempo con él?"

*Lucía:* "¡No es así, Samuel! Solo quería ayudarme con el idioma y las materias. No es mi culpa que él..."

*Samuel:* "Siempre tienes una excusa, ¿verdad? Nunca consideras cómo me siento. Siempre piensas en ti misma."

*Lucía:* "¡Eso no es cierto! Siempre he tratado de apoyarte, pero tú siempre malinterpretas todo. ¿Quién estuvo contigo cuando estuviste en coma? ¿Quién luchó por sacarte de las drogas y el alcoholismo? Siempre estuve ahí para ti."

La discusión escaló rápidamente, llenando la habitación de gritos y palabras dolorosas. Lucía, sintiéndose herida y traicionada, finalmente decidió colgar.

Samuel, furioso, lanzó su teléfono contra la pared, rompiéndolo en pedazos. Su rabia se transformó en una necesidad desesperada de liberar su frustración. Empezó a golpear la pared con los puños, ignorando el dolor que sentía en las manos.

Finalmente, agotado y con las manos ensangrentadas, se dirigió al baño. Se quitó la ropa y se metió bajo el agua fría de la ducha, intentando calmarse. Las lágrimas se mezclaron con el agua, y lentamente, su respiración comenzó a regularizarse.

Después de la ducha, Samuel se dejó caer en la cama, el cansancio y el dolor emocional pesando sobre él. Cerró los ojos, esperando que el sueño lo alejara de sus pensamientos oscuros, aunque solo fuera por unas horas.

Por otro lado, Lucía se sentó en el sofá, sintiéndose vacía y sola. La discusión con Samuel había sido la más intensa hasta ahora, y la sensación de pérdida era abrumadora. Sabía que ambos necesitaban encontrar una manera de superar sus inseguridades y miedos, pero en ese momento, todo parecía demasiado difícil.

Se abrazó a sí misma, permitiéndose llorar en silencio. La batalla entre el amor y la desconfianza era una guerra interna que ninguno de los dos sabía cómo ganar.

"Sombras y Destellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora