Lucía se encontraba de pie junto a la cama de Samuel, observándolo con ojos llenos de dolor y esperanza. Él yacía allí, inmóvil, atrapado en un profundo sueño inducido por la sobredosis. Pero Lucía se negaba a creer que esta fuera su realidad permanente.
Con cuidado, tomó la mano de Samuel entre las suyas, sintiendo la fría palidez de su piel bajo sus dedos. Con un suspiro, le dio un beso suave en la frente, como si tratara de enviarle un rayo de esperanza a través de sus labios.
*Lucía:* "Samuel, sé que puedes salir de esto. Confío en ti."
Sus palabras resonaron en la habitación, llenándola de una energía renovada. Sabía que tenía que ser fuerte por ambos, que debía mantener viva la llama de la esperanza incluso en los momentos más oscuros.
Con determinación, sacó un pequeño cuaderno de su bolso y comenzó a leer el poema que había escrito para él. Hablaba del fuego que ardía en su corazón, del poder que emanaba de su alma, incluso en los momentos más difíciles.
*Lucía:* "Eres como el fuego en la oscuridad, iluminando mi camino y dándome fuerza para seguir adelante. Sé que dentro de ti hay una luz que nunca se apagará, y estoy aquí para recordártelo, siempre."
Sus palabras se deslizaron por la habitación, llenándola de una mezcla de tristeza y esperanza. Lucía sintió cómo las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos, incapaz de contener la avalancha de emociones que la embargaba.
Después de un momento, guardó el cuaderno en su bolso y se dio la vuelta para salir de la habitación. Antes de irse, se inclinó y plantó un beso suave en la frente de Samuel, como una promesa de que estaría allí cuando despertara.
*Lucía:* "Te esperaré, Samuel. Siempre."
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"Sombras y Destellos"
RomantizmEn "Sombras y Destellos", seguimos la historia de Lucía, una joven de 18 años que, en una fiesta, conoce a Samuel, un hombre misterioso y carismático de 25 años. A través de miradas y sonrisas, comienzan una conexión inesperada que los lleva a larga...