Capítulo 28: Entre la Luz y la Oscuridad

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Cuando Lucía despertó, se encontró de nuevo en la habitación del hospital. La sensación de debilidad y confusión aún la envolvía, pero esta vez había una calma diferente en su interior. Sabía que tenía que enfrentar lo que había sucedido con Samuel y aceptar que su recuperación estaba fuera de su control.

Al mirar a su alrededor, vio a sus padres y a sus amigas sentadas junto a su cama, con expresiones preocupadas pero reconfortantes en sus rostros.

*Ximena:* "Lucía, ¿cómo te sientes?"

Lucía tomó una respiración profunda, tratando de ordenar sus pensamientos y emociones.

*Lucía:* "Me siento... confundida. Pero estoy bien."

La voz de Lucía temblaba ligeramente, pero estaba decidida a mantenerse fuerte frente a sus seres queridos.

*Madre de Lucía:* "Estamos aquí para ti, cariño. ¿Hay algo que necesites?"

Lucía asintió, agradecida por el apoyo de su familia y amigos en ese momento difícil.

*Lucía:* "Necesito... saber cómo está Samuel."

Sus padres intercambiaron una mirada cargada de preocupación antes de responder.

*Padre de Lucía:* "Los médicos están haciendo todo lo posible por mantenerlo estable. Está en coma, pero... está luchando."

Lucía asintió, sintiendo un nudo en la garganta al pensar en Samuel luchando por su vida en la unidad de cuidados intensivos.

*Lucía:* "Debo... ir a verlo. No puedo quedarme aquí sin hacer nada."

Sus amigas intercambiaron miradas de preocupación, pero su madre asintió con tristeza.

*Madre de Lucía:* "Entiendo cómo te sientes, cariño. Iremos juntas a ver a Samuel en cuanto los médicos nos den permiso."

Lucía asintió con gratitud, sintiendo un rayo de esperanza en medio de la oscuridad que la rodeaba. Sabía que el camino hacia la recuperación de Samuel sería largo y difícil, pero estaba decidida a estar a su lado en cada paso del camino.

Mientras esperaban noticias de los médicos, Lucía se sumergió en sus pensamientos, reflexionando sobre todo lo que había pasado en las últimas horas. Se sentía abrumada por la culpa y la incertidumbre, pero también por una determinación férrea de no rendirse ante la adversidad.

Finalmente, un médico entró en la habitación, trayendo consigo noticias sobre el estado de Samuel. Lucía contuvo el aliento, preparada para enfrentar lo que fuera que el destino les deparara.

*Doctor:* "Lo siento, pero Samuel ha entrado en un estado crítico. La sobredosis fue severa y su cuerpo está luchando por mantenerse con vida."

El corazón de Lucía se hundió en su pecho al escuchar las palabras del médico. Sabía que la situación era grave, pero se negaba a perder la esperanza.

*Lucía:* "¿Hay algo que podamos hacer por él?"

El médico suspiró, con una expresión de pesar en el rostro.

*Doctor:* "En este momento, todo lo que podemos hacer es esperar y mantenerlo bajo observación. Lo siento, sé que no es la respuesta que esperaban."

Lucía sintió cómo las lágrimas amenazaban con inundar sus ojos, pero se obligó a mantener la compostura. Sabía que tenía que ser fuerte, por Samuel y por sí misma.

*Lucía:* "Gracias, doctor. Haremos todo lo que esté en nuestras manos por Samuel."

El médico asintió con tristeza antes de retirarse de la habitación, dejando a Lucía y a su familia sumidos en un silencio cargado de ansiedad y preocupación.

Mientras esperaban noticias sobre Samuel, Lucía se aferró a la esperanza y a la promesa de que no importaba lo que sucediera, estaría allí para él, en la luz y en la oscuridad.

"Sombras y Destellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora