Capítulo 60: Encuentro en la Cafetería

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Al día siguiente, Lucía se preparó con anticipación para su encuentro con Ximena. La noche anterior había sido tumultuosa, con pensamientos revoloteando en su mente. Se preguntaba si el reencuentro con Ximena le traería la claridad que tanto anhelaba.

Al llegar a la cafetería, Lucía encontró una mesa vacía cerca de la ventana y se sentó, esperando a su amiga. Apenas unos minutos después, Ximena apareció, sonriendo ampliamente.

**Ximena:** ¡Lucía! ¡Qué gusto verte! –dijo mientras se abrazaban.

**Lucía:** ¡Igualmente, Ximena! –respondió Lucía, sintiendo un alivio instantáneo al ver la cara familiar de su amiga.

Pidieron sus bebidas y se pusieron al día rápidamente. Lucía trató de disfrutar del momento, pero no podía dejar de pensar en todo lo que había sucedido.

**Ximena:** Entonces, cuéntame, ¿cómo has sobrellevado lo que pasó con Samuel?

Lucía tomó un sorbo de su café y suspiró.

**Lucía:** Es complicado, Ximena. Siento que hay algo extraño en todo esto. Mis padres actúan raro, los meseros en la cafetería también. Incluso Samuel parece distante a veces.

**Ximena:** ¿A qué te refieres?

**Lucía:** El otro día, cuando estábamos en la cafetería, los meseros cuchicheaban y decían que estaba hablando con nadie. Como si Samuel no estuviera allí. –hizo una pausa, mirando a Ximena con preocupación–. ¿Y sabes qué es lo peor? Cuando llegué a casa con Samuel, mis padres también actuaron extraño. Dijeron que era raro hablar con alguien que no está presente.

Ximena frunció el ceño, pero con una expresión de entendimiento.

**Ximena:** Lucía, hay algo que debo decirte, pero creo que tus padres son los únicos que deben hacerlo. Ellos tienen la verdad que necesitas saber. Habla con ellos. Si no te lo dicen, yo te lo mostraré.

Lucía se quedó en silencio por un momento, asimilando las palabras de su amiga. Sentía una mezcla de alivio y miedo.

**Lucía:** Está bien, hablaré con ellos esta noche.

**Ximena:** Hazlo. Te prometo que, pase lo que pase, estaré aquí para apoyarte.

El resto de la tarde transcurrió con conversaciones más ligeras y recuerdos compartidos, lo que ayudó a Lucía a sentirse un poco más tranquila. Sin embargo, la sombra de la incertidumbre aún persistía.

De regreso a casa, Lucía decidió seguir el consejo de Ximena y hablar con sus padres. Al entrar, los encontró en la sala, susurrando entre ellos.

**Lucía:** Mamá, papá, necesito hablar con ustedes.

Sus padres se voltearon, con expresiones serias.

**Padre de Lucía:** Claro, hija. ¿De qué se trata?

Lucía respiró hondo, armándose de valor.

**Lucía:** Necesito que me digan la verdad sobre Samuel. No puedo seguir así, sintiendo que algo no está bien. ¿Qué es lo que no me están diciendo?

Sus padres compartieron una mirada de complicidad y tristeza antes de que su madre hablara.

**Madre de Lucía:** Hija, hay algo que debes saber, pero no es fácil de explicar.

**Padre de Lucía:** Hemos estado tratando de protegerte, pero entendemos que mereces saber la verdad.

Lucía sintió su corazón latir con fuerza mientras esperaba las palabras que podrían cambiarlo todo.

**Madre de Lucía:** Samuel… Samuel no está aquí, Lucía. No como tú crees.

Lucía sintió que su mundo se derrumbaba. Miró a sus padres, esperando más explicaciones.

**Lucía:** ¿Qué quieren decir con que Samuel no está aquí? ¡Lo he visto, he hablado con él!

**Padre de Lucía:** Lo sabemos, hija. Para ti, Samuel sigue siendo muy real. Pero la realidad es que Samuel… Samuel nunca despertó del coma. Fue desconectado.

**Madre de Lucía:** Su estado era irreversible. No había esperanza de recuperación, y sus padres tomaron la decisión de desconectarlo. Hemos visto cómo has estado lidiando con esto, y entendemos que es una situación muy difícil para ti.

Lucía sintió que el aire se volvía pesado, sus pensamientos eran un torbellino de incredulidad y dolor.

**Lucía:** ¡Son unos tontos! ¡Unos estúpidos! ¡Los maldigo! ¿Cómo pueden hacerme esto? ¡Ustedes  odian tanto a Samuel que prefieren mentirme e inventar que está muerto!

**Padre de Lucía:** Hija, por favor, entiéndenos. No queríamos lastimarte.

**Lucía:** ¡No puedo creerles! –gritó Lucía, su voz llena de rabia y desesperación.

Sus padres se miraron con preocupación y ternura.

**Padre de Lucía:** A veces, el amor y el dolor pueden hacer cosas increíbles, Lucía. Tu mente ha estado protegiéndote de la verdad.

**Madre de Lucía:** Queríamos decírtelo antes, pero no sabíamos cómo hacerlo sin lastimarte más. Ximena tiene razón, mereces saber la verdad, y estamos aquí para ayudarte a entenderla.

Lucía, con lágrimas en los ojos, se levantó lentamente.

**Lucía:** Necesito tiempo para procesar esto. –murmuró mientras subía las escaleras hacia su habitación.

Una vez en su habitación, Lucía se dejó caer en la cama, sintiendo cómo el peso de la revelación la aplastaba. Todo lo que había sentido, todo lo que había experimentado con Samuel, ahora parecía una ilusión.

"Sombras y Destellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora