Capítulo 44: Luchando Contra la Tentación

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Los días comenzaron a pasar lentamente para Samuel después de la partida de Lucía. Aunque se mantenían en contacto constante, la ausencia física de Lucía era un vacío difícil de llenar. Su rutina diaria, que había encontrado confortante, ahora parecía monótona y solitaria.

Una tarde, después de una sesión de terapia particularmente intensa, Samuel sintió una agitación que no había experimentado en mucho tiempo. Las palabras del terapeuta resonaban en su mente, recordándole las luchas y desafíos que aún tenía que enfrentar.

Al salir del centro de rehabilitación, Samuel decidió dar un paseo por la ciudad para despejar su mente. Sin darse cuenta, sus pasos lo llevaron a un bar que solía frecuentar en sus días más oscuros. Se detuvo frente a la puerta, sintiendo la tentación creciente dentro de él. Los recuerdos de noches pasadas, ahogadas en alcohol y olvido, comenzaron a inundar su mente.

*Samuel (pensando):* "Solo una copa... nadie lo sabrá. Podría hacerme olvidar por un rato."

La voz en su cabeza era seductora, llena de promesas de alivio momentáneo. Pero al mismo tiempo, otra voz, más fuerte y clara, le recordaba todo lo que había logrado, todo el amor y apoyo que había recibido, especialmente de Lucía.

*Samuel (pensando):* "No. No puedo hacer esto. No puedo tirar todo por la borda."

Se apartó del bar, respirando profundamente para calmar la ansiedad. Sabía que una recaída no solo lo lastimaría a él, sino también a Lucía y a todas las personas que lo habían apoyado en su camino hacia la recuperación. Siguió caminando, alejándose del bar y dirigiéndose hacia el parque donde tantas veces había hablado y soñado con Lucía.

Sentado en un banco, sacó su teléfono y decidió llamar a su terapeuta. La voz del terapeuta, calmada y comprensiva, le ayudó a centrarse nuevamente.

*Terapeuta:* "Samuel, lo más importante es que reconociste la tentación y te alejaste. Eso muestra una gran fortaleza. Recuerda que no estás solo en esto."

Después de la llamada, Samuel se sintió más tranquilo. Sabía que el camino hacia la recuperación no era fácil, pero también sabía que no estaba solo. La tentación podía ser fuerte, pero su voluntad de ser mejor era aún más fuerte.

Al llegar a casa, encontró un paquete que había llegado por correo. Era de Lucía. Con una sonrisa, abrió el paquete y encontró una carta y un pequeño álbum de fotos de sus momentos juntos. La carta decía:

*Lucía:* "Querido Samuel, sé que estos días deben ser difíciles, pero quiero que recuerdes siempre cuánto te amo y cuánto creo en ti. Cada vez que te sientas tentado o abatido, mira estas fotos y recuerda todos los momentos maravillosos que hemos compartido. Estoy contigo, siempre. Con todo mi amor, Lucía."

Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Samuel. La carta de Lucía era justo lo que necesitaba para reforzar su determinación. Se prometió a sí mismo que seguiría luchando, por él y por Lucía.

Esa noche, se acostó con el álbum de fotos al lado de su cama, sintiendo una renovada fuerza interior. Sabía que habría más días difíciles, pero también sabía que cada día era una oportunidad para ser más fuerte y seguir adelante.

Los días se convirtieron en semanas, y aunque la tentación nunca desapareció por completo, Samuel encontró maneras de afrontarla. Las llamadas y videollamadas con Lucía, las sesiones de terapia y el apoyo de sus amigos y familiares fueron pilares fundamentales en su recuperación.

Un día, mientras estaba en una sesión de terapia grupal, decidió compartir su experiencia con los demás.

*Samuel:* "Hace unas semanas, casi recaigo. Estaba frente a un bar, listo para entrar, pero pensé en todo lo que había logrado y en todas las personas que me aman y me apoyan. Eso me dio la fuerza para alejarme. Quiero que todos aquí sepan que, aunque la tentación es fuerte, nosotros somos más fuertes."

La sala se llenó de aplausos y palabras de aliento. Compartir su historia no solo lo fortaleció a él, sino que también inspiró a otros en su camino hacia la recuperación.

Esa noche, Samuel se sintió más conectado con su propósito que nunca. Aunque la lucha contra sus demonios era constante, sabía que tenía las herramientas y el apoyo necesarios para vencerlos.

Antes de dormir, envió un mensaje a Lucía.

*Samuel:* "Gracias por ser mi luz en los momentos más oscuros. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar."

Lucía respondió casi de inmediato.

*Lucía:* "Y tú eres mi fuerza, Samuel. Juntos, podemos superar cualquier cosa. Te amo."

Con una sonrisa, Samuel se quedó dormido, sabiendo que, aunque el camino era arduo, el amor y la esperanza eran sus mayores aliados. Y con ellos, podía enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

"Sombras y Destellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora