Capítulo 40: Reconciliaciones

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El día siguiente amaneció con una ligera brisa que atravesaba las ventanas de la universidad. Lucía, con el corazón aún pesado por los eventos del día anterior, se dirigió a sus clases con la esperanza de encontrar algo de paz en su rutina. No podía dejar de pensar en la pelea entre Ximena y Samuel, y en cómo aquello había sacudido su mundo.

Al terminar sus clases, Lucía caminó lentamente hacia el café donde solía reunirse con Ximena. Necesitaban hablar, aclarar las cosas y encontrar una manera de seguir adelante. Cuando llegó, vio a Ximena esperándola en una mesa en la esquina, con una expresión de arrepentimiento en su rostro.

*Ximena:* "Lucía, gracias por venir."

*Lucía:* "Ximena, tenemos que hablar. No puedo seguir así."

Ximena asintió, con los ojos llenos de lágrimas.

*Ximena:* "Lo sé, Lucía. Primero, quiero pedirte disculpas. No debí meterme de esa manera. Solo estaba preocupada por ti y dejé que mis sentimientos se interpusieran."

Lucía suspiró, sintiendo cómo la tensión en su pecho se aliviaba un poco.

*Lucía:* "Entiendo que te preocupes por mí, Ximena. Pero Samuel y yo estamos tratando de superar esto juntos. Necesitamos apoyo, no más conflictos."

*Ximena:* "Lo sé. Me he dado cuenta de que fui demasiado dura. Solo quiero que seas feliz, Lucía. Y si Samuel es parte de tu felicidad, entonces también debe ser parte de la mía. Prometo ser más comprensiva y apoyarlos a los dos. Somos amigas y quiero estar aquí para ti, siempre."

Lucía le dio una pequeña sonrisa, agradecida por las palabras de su amiga.

*Lucía:* "Gracias, Ximena. Significa mucho para mí escuchar eso. Samuel está haciendo todo lo posible para mejorar, y yo necesito estar ahí para él."

Ximena tomó la mano de Lucía, apretándola con cariño.

*Ximena:* "Prometo ser más comprensiva y apoyarlos a los dos. Somos amigas y quiero estar aquí para ti, siempre."

Después de un largo abrazo, Lucía sintió cómo el peso en su corazón se aliviaba un poco más. Sabía que todavía había un camino largo por recorrer, pero tener a Ximena a su lado lo hacía más llevadero.

Más tarde, mientras seguían hablando, Lucía decidió compartir algo importante con Ximena.

*Lucía:* "Ximena, hay algo más que quiero contarte. Durante el viaje a la cabaña... Samuel y yo tuvimos nuestra primera vez."

Ximena abrió los ojos con sorpresa, pero sonrió con ternura.

*Ximena:* "Lucía, eso es muy importante. ¿Estás bien con eso? ¿Cómo te sentiste?"

*Lucía:* "Fue algo muy especial. Me sentí amada y conectada con él de una manera que nunca antes había experimentado. Samuel me hizo sentir segura y querida. Sé que estamos pasando por mucho, pero ese momento fue una luz en medio de la oscuridad."

Ximena asintió, comprendiendo la profundidad de los sentimientos de Lucía.

*Ximena:* "Me alegra escuchar eso, Lucía. Mereces ser feliz y sentirte amada. Solo quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, para apoyarte en todo lo que necesites."

Lucía se sintió reconfortada por la comprensión y el apoyo de Ximena. Sabía que, con su amiga a su lado, podría enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Más tarde, ese mismo día, Samuel esperó a Lucía fuera de su universidad. Cuando la vio acercarse, sacó una carta de su bolsillo y se la extendió.

*Samuel:* "Lucía, escribí esto para ti. Quería que supieras cómo me siento y cuánto lamento lo que pasó."

Lucía tomó la carta, mirando a Samuel a los ojos.

*Lucía:* "Gracias, Samuel. Lo leeré en cuanto tenga un momento."

*Samuel:* "Espero que entiendas lo mucho que significas para mí y lo comprometido que estoy con nuestra relación."

Lucía asintió y, tras un momento de duda, decidió abrir la carta ahí mismo. Las palabras de Samuel estaban llenas de sinceridad y amor, describiendo sus miedos, sus luchas y su profundo deseo de ser una mejor persona para ella.

*"Lucía, sé que he cometido errores y que nuestro camino ha sido difícil. Pero cada día me esfuerzo por ser mejor, por ti y por nosotros. Eres mi luz en los momentos más oscuros, y no puedo imaginar mi vida sin ti. Gracias por estar a mi lado y por creer en mí. Prometo seguir luchando, no solo por mí, sino por nosotros. Con todo mi amor, Samuel."*

Las lágrimas llenaron los ojos de Lucía mientras leía las palabras de Samuel. Alzó la vista y lo vio mirándola con una mezcla de esperanza y vulnerabilidad.

*Lucía:* "Samuel, esto significa mucho para mí. Yo también estoy comprometida con nosotros. Te amo y sé que podemos superar cualquier cosa, juntos."

Samuel se acercó y la abrazó con fuerza, sintiendo el alivio de la reconciliación. En ese momento, Lucía supo que, a pesar de las dificultades, su amor era lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstáculo.

Esa tarde, Lucía, Samuel y Ximena se reunieron para hablar y sanar las heridas. Ximena se disculpó nuevamente con Samuel, y él aceptó sus disculpas, entendiendo que todo venía de un lugar de preocupación por Lucía.

*Ximena:* "Samuel, sé que he sido injusta contigo. Te pido disculpas. Solo quiero lo mejor para Lucía, y eso incluye apoyarlos a ambos."

*Samuel:* "Gracias, Ximena. Aprecio tus disculpas y prometo seguir trabajando en mí mismo. Lucía es mi mundo y haré lo que sea necesario para estar a su altura."

La conversación continuó en un tono más relajado, con risas y planes para el futuro. Lucía sintió que, a pesar de las adversidades, había esperanza. Sabía que, con el apoyo de las personas que amaba, podrían enfrentar cualquier desafío.

La vida seguiría trayendo pruebas, pero juntos, Samuel y Lucía estaban decididos a superarlas, construyendo un futuro basado en el amor, el respeto y la comprensión. Y con Ximena a su lado, sabían que contaban con una amiga leal y un apoyo incondicional.

A medida que la tarde se convertía en noche, Lucía se sintió más optimista que nunca. Sabía que el camino no sería fácil, pero con Samuel y Ximena a su lado, estaba lista para enfrentar cualquier cosa que la vida les pusiera por delante.

"Sombras y Destellos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora