Capítulo 47 - DESPERTAR -

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Lia sonríe, abre la boca y mastica con gusto lo que Kylo le da de comer, se han bañado juntos y desayunan en la sala de la casa, ella lleva puesta una camisola blanca y él viste tan sólo unos joggers beige. Descalzos, con el cabello húmedo y sentados en el enorme sofá se miran y se sonríen...

Lia observa esos labios carnosos, no puede creer que hayan recorrido cada parte de su cuerpo y que le hayan hecho sentir un placer embriagante, bebe de su café con ese pensamiento y él también lo hace.

Kylo deposita la taza en la mesa que tienen cerca y acaricia una de sus piernas, la ve a los ojos...
- ¿por qué le mentiste a Ayla?... No... no me mires así... Lo vi... en ese hospital le contaste de tu accidente... le dijiste que hablara con Beth para que despertara, que tus padres lo hicieron cuando quedaste en coma... No tienes familia...

Ella lo mira fijo y se sonroja, afirma tímida y suspira,
- no... no la tengo... ni siquiera sé cuándo nací exactamente... — aclara la garganta — no quise mentirle... sí ... sí estuve en coma, caí de un árbol por  tomar una fruta... una naranja... y no recuerdo más luego de eso... - bebe de su café y continúa - cuando conocí a Beth... me pareció tan hermosa... vulnerable... Ayla... Ayla iba a verla con regularidad, podía notar su preocupación y su profunda tristeza... - sacude la cabeza y continúa - cuando yo desperté... las monjas que cuidaban de ese orfanatorio me contaron que me leían todo el tiempo... que... que me contaban todo acerca del día a día... supongo que de una u otra manera... escuché...

Kylo la observa, cada detalle de sus gestos, aquellos ojos que lo han hechizado, los lunares salpicados... Lia se sube de hombros...
- creí que ayudaba... Pero en realidad no...

Él niega, toma la taza que ella sostiene y la coloca sobre la mesa dónde también está la suya, la pelinegra entiende que no hay nada que pueda esconder al ser que tiene frente a ella, Kylo habla...
- cada humano que ha estado del otro lado... se hace sensible... Ayla lo era... pero era alguien innata... especial... era luz...

Lia parpadea incómoda y él continúa,
- podía ver a quienes no pertenecen a este plano... percibirlos... - acaricia la mano de esta y la acerca a sus labios, besa sus dedos y sonríe de costado...
- Ayla insistió demasiado contigo... el aproximarse a tí era necesario... yo deseaba lo contrario... todo tiene un porque y ahora lo entiendo...

Ella hace un gesto y exhala...
- lo sé... lo sé... sé que no me querías cerca, fuiste claro desde un inicio... - ríe con un dejo de tristeza — pero entiendo que fue a causa de tus visiones... yo te... te adoro... los adoro... Kael y tú... son... son la familia que no tuve... a pesar de todo... son lo único que tengo... - él la toma para colocarla a horcajadas sobre él, Lia lo abraza, cierra sus brazos en ese cuello y entierra la nariz en su cabello, huele delicioso, Kylo acaricia su torso, sus enormes manos suben y bajan, sólo necesitan esto, sentirse...

- no quiero apartarme... - murmura ella - temo que si lo hago vas a desaparecer... no quiero hacerlo... no ahora... - se aparta y lo mira...
- eres precioso... - dice y él sonríe de lado,
- ¿precioso?... nunca me lo habían dicho... había escuchado... Dios... ángel... hermoso... - ella ríe,
- perfecto... - continúa, muerde su labio inferior y sigue con esa voz que suena sensual - y no olvidemos... muy alto... sexy... idiota... - Lia lo besa sujetándose cómo si así pudiera retenerlo para siempre, luego succiona un poco de los labios hinchados de Kylo, sus bocas saben a café y le agrada... Se frota en él y este gime bajo... se aparta entonces y besa su cuello, aparenta ser frágil, pero él ha descubierto a una mujer muy apasionada...

La pelinegra desciende por su torso lamiendo, oliendo y besando, es su forma de demostrar que la enloquece, que lo necesita y él... la deja. Lia llega a su estómago y ya se encuentra de rodillas frente a él, saborea sus labios y acaricia el bulto que se ha formado por debajo de esos pantalones, mira a Kylo mientras lo hace y este se limita a observar los ojos de color ámbar, los lunares salpicados en el rostro y los labios que prometen placer...

Í N C U B ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora