Este es un espacio dedicado a publicar fichas de personajes del videojuego Legends of Runeterra y sus apariciones en todas mis obras. Así mismo se publicarán un listado de curiosidades.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La familia Noradi ha sido por muchos años parte de la cresta de la nobleza noxiana. Por generaciones ha dado pie a lo mejor de lo mejor, tanto en soldados como hechiceros, espías o estrategas. Fuese lo que fuese que se propusiesen, no cesaban hasta ser lo mejor de lo mejor. Esto fue incluso notado por Jericho Swain, quien tras su golpe de estado y coronación en Noxus derrocó a varias familias nobles salvo a unas pocas. La familia Noradi estaba entre ellas, y es que tenían poderosos aliados por toda Runeterra... así como habilidades nada despreciables...
Al frente de su casa y como matriarca se alzaba Faris Noradi, una mujer fría, calculadora y que había sido criada para ser una noxiana de pies a cabeza. Una noble, una asesina y una mujer de armas tomar. Comandaba tropas e incluso repelía a escuadrones usando su magia. Un extraño y antiguo arte basado en la manipulación de sangre: la Hemomancia. Incluso el más loco de los soldados o el más desesperado se rendían ante ella, temiendo que en la muerte sufriesen mucho más de lo que lo harían en vida. Y, por supuesto, cada intento de asesinato hacia ella terminaba en una escena asquerosamente gore.
¿Pero cómo logró aprender tal arte? ¿Cómo se volvió tan poderosa? Faris sabía desde muy pequeña que debía hacerse fuerte para mantener el estatus social. Le asqueaba la sociedad, pero le era necesaria. Siendo muy joven investigó sobre todo miembro de la nobleza o bajos fondos de Noxus. Y finalmente dio con la persona adecuada. Aquel que podría enseñarle un poder con el cual poder doblegar a sus enemigos y alzarse con el título de cabeza de familia. Vladimir, el Segador Carmesí. Para algunos un misterioso barón, dramático y de una edad poco deducible. Para otros, una muerte inminente. Faris conocía de ambos aspectos, pero el que realmente le importaba era el segundo.
No se sabe muy bien qué vio Vladimir en ella para no matarla o deshacerse de ella, pero optó por tomarla bajo su ala. Empezó como una especie de asistenta, fría, callada y sobretodo rígida. No se inmutaba ante los actos más atroces y tampoco parecía mostrar mucha piedad. Con el tiempo empezó a enseñarle teoría, pasando a la práctica en una noche de Diciembre. Cuando Vladimir le mandó a cumplir una misión que jamás pensó que ocurriría, que matase a una mujer de alto rango de la Rosa Negra. No solo acabó con su vida, sino que lo hizo de tal manera que todos pensaron que el asesino fue Vladimir. Usó la hemomancia para el asesinato.
Esto fue el detonante para que Vladimir se tomase en serio su adiestramiento, aún más cuando descubrió las intenciones de la joven. En cuanto Vladimir localizó a la víctima, ella la investigó lo suficiente como para saber que estaba prometida con un hombre rico. No solo la mató, sino que usó el nombre de su familia y algunos hilos entrelazados para convertirse en la nueva prometida del noble, que jamás supo de lo ocurrido. El amor era algo secundario para Faris. Ella no buscaba riquezas o tener una familia ideal, sino que el apellido de su familia impusiese. Que diese miedo y fuese recordado junto a los más grandes como Swain o Darkwill.
En años más adultos tuvo una hija a la que bautizó como Ophelia. Faris esperaba volcar en ella todos sus aspectos, moldeando a la noxiana perfecta y letal. No obstante, hubo algo con lo que no esperaba y es que, si bien su personalidad era tan fría como la suya, Ophelia salió en muchos aspectos morales a su entonces difunto padre. Algo que supuso una decepción para Faris, que deseaba ver llegar el día en que realmente le fuese útil...
