Genevieve, el Corazón del Bosque

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Demacianos y Noxianos tenían ciertas cosas en común aunque no quisieran admitirlo, y es que en cuanto a nobleza se refería, había ciertas familias que siempre permanecían en el estándar social más alto

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Demacianos y Noxianos tenían ciertas cosas en común aunque no quisieran admitirlo, y es que en cuanto a nobleza se refería, había ciertas familias que siempre permanecían en el estándar social más alto. Procedente de Demacia, los Elmheart lograron a través de la exportación de otras regiones escalar socialmente, abarcando tres generaciones de distinguidos demacianos. Sus riquezas eran grandes, sus posiciones sociales le permitían aspirar a trabajos muy bien situados, en general se esperaba que así fuese siempre. Pero en tiempos recientes, a pesar de que este éxito sin precedentes continuaba, había un fallo en la ecuación.

Si bien no ocurrió en la línea principal, en una de las ramas de la Casa es que nació Genevieve, una hermosa joven de alta inteligencia, que prometía mucho para ser la próxima cabeza de la familia. Aquella parte de la familia era importante, y siempre habían representado un activo bastante valioso en el núcleo familiar. Pero solo había un problema. Ella no quería eso. Su juventud fue extremadamente aburrida y llena de estudio, galas sociales y aprender a cómo comportarse. Sus padres querían que a sus diez años pensara como una erudita joven de veinte, cosa que por más que intentaban no lograban del todo. Y claro, a pesar de su corta edad la presión empezó a hacer mella en ella.

A sus dieciséis años tuvo una citación para un posible pretendiente, pero ocurrió algo totalmente distinto. En el camino Genevieve vio a un gran arce que llamó su atención. La chica poco apasionada y siempre rígida no pudo evitar salir de su carruaje y avanzar hacia aquel animal que tanto llamaba su atención. A pesar de que le advirtieron que podían ser peligrosos no pareció que el ciervo quisiera lastimarse, pareciendo casi alegrado de la ilusión que la muchacha manifestaba en su presencia. Eventualmente Genevieve llegó tarde a su encuentro, siendo castigada por sus padres por primera vez en su vida, pero expresando una sonrisa en su rostro como jamás habían visto.

El peor temor de sus padres llegó cuando su hija cumplió los dieciocho años y en lugar de asumir su lugar como cabeza de la familia optó por abstenerse del título. Muchos estaban consternados por la noticia e incluso la llamaron una traidora a la Casa Elmheart. Y si bien con el tiempo las aguas se calmaron, no hubo reunión o semana en que su propia familia le recordase lo que estaba haciendo, intentando por todos los medios que aceptara su posición y se casase con alguien de alto rango.

Al cumplir sus diecinueve años Genevieve se escapó de su casa para regresar al bosque en que encontró aquel arce. Para su sorpresa volvió a verlo, y este pareció reconocerle a pesar del espacio de tiempo. La mujer esperaba algún tipo de revelación que le indicase qué debía de hacer con su vida. Y para su sorpresa lo encontró en la forma de un halcón que irrumpió en el pequeño encuentro entre el animal y ella. De entre los árboles apareció una mujer de nombre Quinn, que simplemente buscaba ejercitarse. Ambas empezaron a hablar y rápidamente parecieron hacerse amigas a pesar de que sus estándares sociales eran muy distintos. Si bien Quinn poseía ciertas relaciones con casas importantes no pertenecía estrictamente a una. 

A lo largo del siguiente año ambas se siguieron encontrando en aquella entrada al bosque. Genevieve le hacía centrarse un poco y reflexionar mejor los problemas que tenía, ayudándola en analizar bien sus dilemas. Quinn en cambio ofreció a su amiga enseñarle a usar una ballesta. Genevieve vivió encerrada en la idea de ser una mujer estrictamente hogareña, por lo que aquello fue como sentirse viva. 

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