Este es un espacio dedicado a publicar fichas de personajes del videojuego Legends of Runeterra y sus apariciones en todas mis obras. Así mismo se publicarán un listado de curiosidades.
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La Primera Gran Invasión Noxiana dio pie a que muchos hombres y mujeres quedasen marcados y cambiasen el rumbo de su vida. Nobles filósofos perdieron la fe, hermosas mujeres perdieron la visión hermosa con la que veían Jonia, algunos guerreros perdieron su camino llevándose consigo a mucha gente, y así sucesivamente. Aunque, había excepciones a la regla, no siempre eran adultos, pues muchos niños también pudieron ver el sufrimiento en diversas formas. Algunos perdieron hermanos, padres... otros directamente fueron usados como asesinos, guerreros obligados o simples esclavos que emplear en el imperio noxiano.
El primer grupo de avanzada noxiana que se infiltró en Jonia arrasó con una aldea raptando a quienes parecían ser más aptos para servirles. Siendo en su mayoría niños por orden de la Rosa Negra. Montaron una prisión improvisada y en esta es que encontraron a una niña aún con vida. Había resistido los maltratos y físicamente parecía ser alguien fuerte, lo suficiente para servirles bien. Desde aquel momento ya demostraba ser una guerrera, rompiendo de una patada el diente de uno de sus captores. Este fue el principal motivo por el que decidieron ajusticiarla sin piedad en vez de llevarla a Noxus... o ese era el plan inicial...
La niebla negra, el Harrowing, llegaría aquel año a las costas de Jonia. Y con la niebla un espectro se topó con aquel campamento, atraída por la triste alma de la pequeña niña. En poco tiempo acabó con la vida de los soldados noxianos, extendiendo su mano a aquella chica que tanto parecía estar sufriendo, destruyendo los muros para permitirle huir con ella. La entidad sabía su nombre, que era huérfana, que le faltaba amor y una madre en su triste vida. Le ofreció su apoyo, un hogar y un propósito. Quería verla crecer fuerte.
No podía quedarse con ella por mucho tiempo, pero fue suficiente para que la niña de nombre Minah marcara ese objetivo en su vida. Hacerse fuerte. Desde entonces entrenó día tras día, esforzándose por sobrevivir a la inminente invasión pese a su corta edad, buscando su lugar en Jonia mientras procuraba vivir al máximo. Encontró en el combate algo más que una obligación, vio un disfrute en llevar todas sus habilidades hasta la línea de meta mientras peleaba, iniciando su recorrido como una guerrera conocida al derrotar continuamente a la Hermandad Navori. Y de entre tantos estilos marciales, sus piernas serían las indicadas para marcar la derrota de todos sus oponentes.
En tiempos recientes, con ya más de veinte años, una antisocial Minah pelearía con la kinkou Akali por culpa de un malentendido relacionado con la Hermandad Navori. Pero este malentendido daría pie a que naciera una curiosa amistad y rivalidad, que poco a poco le ha hecho madurar y, tal como quería su madre adoptiva, ser más muerte.
Antes de las series...
En las series Minah se ha mantenido viviendo aislada de diversos problemas o eventos que han afectado a Jonia. Si bien no conocía personalmente a figuras importantes de Jonia, sí había oído hablar de los Kinkou o del espíritu del Karma. También era usual que pateara y pelease con diversos delincuentes, ninguno de los cuales pudo con ella. Con quien tenía una buena relación era con los diversos hijos espectrales de Morella, el ente que le salvó y a la cual ve entre dos y tres veces al año.
