Este es un espacio dedicado a publicar fichas de personajes del videojuego Legends of Runeterra y sus apariciones en todas mis obras. Así mismo se publicarán un listado de curiosidades.
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Existen en Runeterra muchos magos y hechiceros que emplean elementos en sus artes. Los propios invocadores del Instituto de Guerra están formados para aprender un hechizo mágico muy simple para generar una pequeña llama. El Prender. No obstante, son muy pocos quienes sin emplear runas o haber nacido con poderes distintos logran dominar el fuego hasta su perfección. La magia de fuego es muy destructiva, muy peligrosa, y nadie se esperaba que en Jonia naciese un yordle que se enfocara en aprenderla de forma tan excepcional.
Silenciosa, Roanna pasó la mayor parte de su vida muy desapercibida. Su timidez y dificultades sociales le hicieron ser muy retraída. Los yordles tienen una alta capacidad para generar y manejar magia desde muy jóvenes, y en ciertas ocasiones van ligadas a los sentimientos o aspectos de personalidad de estos. En el caso de Roanna, su ansiedad e inseguridades le hicieron generar una magia algo inestable. Pero incluso en la destrucción se puede apreciar la belleza, y en su propia soledad Roanna aprendió a controlarla a su manera. Sin mentor, sin que sus padres le enseñasen y sin dañad a la Jonia donde vivía. Su potencial era tal que a temprana edad ya se vio escarmentando a la Hermandad Navori.
El problema de Roanna nunca fue su control sobre sus poderes, este fue mejorando conforme más avanzaba su edad. El problema era ella misma. Se encerraba en sus pensamientos, nunca hablaba nadie y solía atravesar episodios de soledad muy duros para un yordle. Llegados a un punto apenas hablaba incluso con sus padres, llegando a preocuparles mucho. Buscando ayuda, lograron convencer a Maymm de la Orden Kinkou para ayudarles, pensando que quizás era la propia magia de fuego que empleaba la que le hacía comportarse así. Para la kinkou fue evidente que este no era el caso, sino el inicio de lo que podría ser una etapa de depresión. Y no, no pudo evitar sentir lástima por ella.
Sabiendo que la magia de fuego podía ser peligrosa en una región como Jonia, y que existían pocos usuarios de estos poderes, le sugirió que visitase la Orden Kinkou con ella. Mayym siempre negaba el acceso al templo por parte de personas ajenas, pero en Roanna pudo ver a alguien inofensiva a su manera. Además, Kennen había expresado su interés por entrenar a algunos yordles, y ella era la candidata perfecta. Al momento de presentar una muestra de sus habilidades impresionó lo suficiente al Corazón de la Tempestad como para invitarla a unirse a ellos. Roanna en aquel momento no lo notó lo suficiente, pero aquella muestra de interés que presentaban en ella le hicieron valorarse un poco más a si misma.
En las semanas siguientes continuó su temporada de prueba, aprendiendo sobre la filosofía Kinkou basada en el equilibrio. Algo casi poético para ella, pues mientras su lado más terrenal era silencioso y calmado, sus poderes ampliamente destructivos siempre mostraban su parte más acelerada. Era silenciosa con sus maestros, e incluso daba la impresión de que no estaba atenta, pero muy por el contrario supo recoger toda esa información y convertirse en en la segunda yordle más poderosa de la Orden. No obstante, ella misma sabe que solo podrá alcanzar su máximo potencial si se libre de sus inseguridades y ansiedades... ella quiere ser la mejor versión posible de su ardiente yo...
