Dicen que la traición viene de quien menos la espera. Pero lo que no te advirtieron que viene de alguien a quien ama. Ese era el pensamiento de Ricky después de enamorarse.
Cuando una mentira sale a la luz, todo se vuelve en duda. Pero cuando un odi...
La noche llegó. Todo en lo que puedo pensar es en unos ojos y una boca jodidamente deliciosa.
Pasé el día imaginándola contra mi escritorio, su pierna abierta esperándome que la llenara con mi pene. Su boca alrededor de mí.
«Joder» Grite en mi cabeza. Necesito salir esta noche, necesito una modelo en mi cama. Solo estoy impresionado con ella, porque nunca había visto una mujer tan segura de ella misma, con los cojones suficientes para amenazarme y para negociar.
Conducí hasta el club donde avistó siempre que tengo deseo de una aventura. Camine hacia la sala VIP. Pedir un whisky.
Esperé alrededor de una hora, cuando la primera chica se me acercó. -"¿Espera compañía?" —preguntó. La miré, no era tan sexy como la mujer de mi oficina, pero era lo suficiente linda para una noche en mi cama.
-"A ti".— Respondo. Ella se ríe, le hago seña para que se siente a mi lado.
Luego de dos horas estamos en la puerta de mi casa. —"No soy chica de esto".— Dice mientras abro la puerta.
-"No te preocupes, cariño, yo tampoco soy hombre que haga esto". — No era como que necesitara saber que esta es mi vida cada vez que quiero.
Cuando abrí la puerta, la pegué de la pared. — "Tú eliges dónde quiere empezar y dónde quiere terminar". Le susurró al oído.
-"Habitación ". — Responde.
-"Buena chica". — La cargué hasta la habitación, en el camino hacia la cama le rompí el vestido, ella gritó. —"No te preocupes, mañana te lo compro". — La acosté en la cama.
Luego de algunos minutos besándola, saqué un preservativo de mi mesita de noche. Me quité la ropa, rompí la envoltura del preservativo y lo envolví alrededor de mi pene.
-"Abre la pierna para mí, hermosa". — Ordenó.
Dentro de ella, de golpe, dejó escapar un grito de sorpresa. —"Tranquila".— Dije mientras esperaba que se adaptara a mi tamaño.
-"Joder".— Gemí. Cuando se me vino a la cabeza la imagen de aquella mujer. Adelaida era su maldito nombre, la tarjeta que dejó con mi secretaria lo decía.
Volteó a la mujer de espalda, levantó su trasero al aire antes de volverla a penetrar con fuerza.
A la mañana siguiente me cambié para cumplir con mis obligaciones. La chica de anoche todavía seguía en mi cama durmiendo.
Salgo hacia la sala donde encuentro a Isaac esperándome. — "Espero que haya amanecido de buen humor, porque los gritos de la chica anoche se escucharon por toda la mansión". — Me rió, soy bueno en lo que hago.
Caminé hacia el despacho con el de atrás de mí. — Cuando llegué, tomé mi teléfono para enviarle un mensaje a Adelaida. —Necesitaba verla.
Adelaida
Estoy en la sala con Mateo. — "Reina, todo está saliendo como lo planeó"
-"No todo, Mateo, estoy esperando que Ricky se ponga en contacto conmigo".— digo mientras me tomo un jugo que Ana me preparó.
-"¿Que piensa hacer con Ricky?". — Me pregunta.
Dejo el vaso en la mesa, luego lo miro a los ojos. —"Ricky es solo un mentiroso, vamos a jugar su juego. Me vengaré de él de la peor forma".
Mi teléfono suena, lo levanto y miro el mensaje. —"Habla del diablo y verá fuego". — Le muestro el teléfono. Antes de responder, miró nuevamente a Mateo. — "Vete a hacer el encargado que te pedí ayer"
Luego me concentro en responderle a Ricky, para ser el rey de Alemania, contesta demasiado rápido. — Luego de llegar a un acuerdo, tiro mi teléfono en la mesa.
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Acordamos reunirnos esta tarde. — Llamó a Ana.
-"¿Que pasa, cariño?". — Tendría que contratar más personas en la casa, pero no tendría la confianza que tengo con Ana.
-"Ayúdame a buscar el vestido más sexy que tengo en mi closet, daré una de mis mejores actuaciones".