<<La quiero sólo para mí >>
Ricky
A la mañana siguiente estaba en la habitación del hotel con Adelaida, donde ella se estaba hospedando, esperando la información del transporte del camión.
—"Ya acaba de llegar, te mandé la ubicación de donde tendrá que recogerlo". —dice bajando su teléfono.
—"Bien, yo me encargaré de eso"
La traigo hacia mis brazos para darle un beso. — "Qué tal si celebramos el inicio de un buen negocio"
La puerta de la habitación de hotel se abrió y me giré cuando vi a un tipo entrar. Lo reconocí de inmediato, era el chofer de Adelaida.
—"Mateo, que bueno que llegas".—dice ella saliendo de mi agarre y yéndose directo a sus brazos. Era demasiado cariñosa.
—"Solo venía a informarle que todo salió bien, sólo tuvimos un poco de problema al cruzar la frontera. Pero salió todo como lo ordenó".—dice.
—"Tú nunca me decepcionas".— Él le mostró una gran sonrisa, una que quería quitarle de su puta cara.
Luego de una hora le informé a Isaac para que se encargara de la mercancía, seguía en la habitación de hotel con Adelaida y su chofer, que no se ha movido cerca de ella. Parecía un chicle.— No me dejaba acercarme a ella.
—"Adelaida, necesitamos hablar".— Dije intentado que viniera hacia mí. Pero el muy estúpido se atrevió a ponerse entre el medio atajándola.
—"Entonces la reina necesita algo más de mí".— preguntó él. Su cercanía a ella me enfurecía.
Ella se alejó con él hasta el otro extremo de la habitación. Él aprovechaba cada mínima oportunidades para tocarla.
Agarré mi pistola con la gana de meterle un tiro, pero me contuve. «Tranquilo, me encargaré de él más tarde», dije en mi mente antes de guardar mi pistola otra vez.
No sabía qué demonio me pasaba, pero el hecho de que estuviera tan cerca de otro hombre me enojaba. Era una puta diosa que cualquiera quisiera follarla. Ese pensamiento me enojaba más.
—"Te espero en mi oficina cuando termine de hablar con tu pelele. Para hablar sobre la ganancia".— dije caminando hacia la puerta. No esperé su respuesta y me fui.
Llamé de inmediato a Isaac para que se encargara de llevarme a su estúpido chofer o pelele; no me importaba quién era. Necesitaba dejarle en claro con quién estaba tratando.
Empecé a conducir hasta mi empresa, pero en el camino un mensaje de Adelaida me detuvo.
Me enojé sabiendo que el hecho de que no fuera ahora era culpa de su pelele. Era otra razón para querer matarlo.Me fui a mi casa, no tenía nada que buscar en mi oficina.
Cuando llegué a mi casa, Isaac estaba esperando por mí.—"Todo listo, acabamos de llevar la mercancía al lugar que indicó".
—"Bien, ahora encárgate de traerme a ese pedazo de mierda".— Caminé hacia mi despacho.
Me serví un vaso de tequila, necesitaba algo más fuerte para el enojo que tenía dentro.
Alrededor de dos horas, Isaac apareció en mi despacho. —"¿Dónde está?" —pregunté.
—"Esperándolo en una de las habitaciones". No respondí al salir casi corriendo en dirección a la habitación.
—"Fue difícil atraparlo, es un buen peleador".—dice Isaac mientras abría la puerta. —"Me gusta que lo sean".— dije entrando a la habitación.
El pelele estaba sentado en una silla en medio de la habitación amarrado. Me acerqué a él.
—"¿Qué quieres de mí?".— pregunta.
—"Solo quiero enseñarte que a lo mío, no se le toca".— Me miró sin comprender lo que le estaba diciendo. Joder, ni yo me entendía lo que demonios me estaba pasando.
—"Te la quiere follar, ¿verdad? ¿Te gusta?". — Le pregunté mientras uno de mis puños chocaba con su cara.
—"¿De quién demonio habla"? —dice él.
—"De Adelaida te gusta, ¿verdad?" —respondí. No espere su respuesta, deje caer otro puño en su cara.
—"Está loco"
—"Loco, te voy a dejar de tanto golpe que te daré". — Volví a golpearlo una y otra vez cada vez que me imaginaba la mano de él sobre ella.
—"Respóndeme, te la quiere coger, ¿verdad?" Pregunté.
—"No".— Respondió.
—"Mentira, vi la manera en que la miras"
—"Solo la admiraba, es una jodida reina. Pero le tengo mucho respeto, jamás intentaría algo con ella". — Escupe sangre para continuar hablando. — "Es mi trabajo protegerla"
—"¿Protegerla de quién? ¿De mí? — Agarre su cara ensangrentada en mi mano. — "No necesita protegerla cuando está cerca de mí y tú no necesitas estar como un maldito chicle pegado a ella"
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Amor Peligroso {1}
ActionDicen que la traición viene de quien menos la espera. Pero lo que no te advirtieron que viene de alguien a quien ama. Ese era el pensamiento de Ricky después de enamorarse. Cuando una mentira sale a la luz, todo se vuelve en duda. Pero cuando un odi...