Devuelveme mi mercancía

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Adelaida

Miré a Ricky, quien estaba de espalda. Acababa de mandarme a cerrar la puerta, quizá solo creía que era la mujer que invitó. Me giré a cerrar la puerta.

Cuando volví a girarme, él me estaba apuntando con una pistola. — "Creíste que no iba a descubrir a tu pelele siguiéndome, hermosa, creí que sabía de lo que era capaz"

—"Claro que sé de lo que eres capaz, mataste a Alex y robaste mi mercancía".— dije mientras sacaba mi pistola.

—"Tengo que volver a decírtelo, no mate a tu querido esposo, y no sé de qué mercancía habla". —dice. Crees que soy estúpida, solo está jugando conmigo.

Le apunté con mi pistola y empecé a caminar hacia él. —"¿Me estabas esperando para matarme?" — pregunté.

—"Eso pensé yo cuando tu pelele me seguía".— dice acercándose a mí apuntando con su pistola.

Estábamos parados frente a frente, él apuntándome y yo también. Ninguno de los dos hizo algún movimiento.

—"Devuélveme mi mercancía"

—"No sé de qué puta mercancía me habla".— responde.

—"Crees que soy estúpida, la mercancía de heroína que me robaste en la frontera de Italia, devuélvemela o te vas arrepentir".—hablé mirándolo a los ojos.

—"¿Qué piensa hacerme? — pregunta. Sabía que me estaba retando. Busque en mi cartera el silenciador y se lo coloqué a mi pistola antes de volver a apuntarlo.

—"No quiera saber de lo que soy capaz de proteger mi vida y la de mí...". — No termine las palabras.

—"Y la de quién". — pregunta

—"No te importa, vuélveme mi puta mercancía y te perdono".— No respondió.

No quedamos así por unos minutos sin hacer ningún movimiento.

—"Ahora qué hacemos, contamos hasta 3 y nos matamos".—dije mostrándome una sonrisa.

—"Esa idea no me parece tan mala".— respondió.

Bajé mi pistola y empecé a caminar hacia la silla.—"Ven, vamos a negociar".— dije cuando me senté en la silla.

Miré cómo bajó su pistola antes de empezar a caminar hacia la silla.—"Qué quieres negociar"— dijo mientras tomaba asiento. Miré cómo colocó su pistola en el escritorio.

— "Qué quieres para que me devuelvas mi mercancía"

—"No sé de qué mercancía me habla".— respondió.

Levanté mi pistola y disparé cerca de su cabeza. —"Te voy a refrescar la mente". — Ni siquiera se movió. Fue como si no hubiera disparado.

—"Puede matarme, no tengo tu mercancía"

—"La heroína que Noah me mandó, me la robaste".— dije buscando sus ojos.

—"No robe nada, no estaba ni enterado de esa mercancía".— respondió. En sus ojos se veía que estaba diciendo la verdad.

Si él estaba diciendo la verdad, eso quería decir que otra persona robó mi mercancía. Pero, ¿quién sería capaz de eso?

Me paré de mi asiento y caminé hacia él. — Cuando llegué donde estaba, bajé mi cabeza para quedar a centímetros de su cara.

—"Si por alguna razón descubro que me está mintiendo, juro por Dios que el próximo tiro no lo fallaré". — Me miro. sus ojos se oscurecieron, vi cómo su pupila se dilató.

Intente alejarme de él pero me sujetó por el cabello. — "Sabe lo jodidamente sexy que te ves cuando amenaza". — Dijo contra mi boca.

Amor Peligroso {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora