Soy tuya.

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<<Uno no arde con cualquiera>>

Adelaida

Luego de que Ricky casi mata a un hombre, se atrevió a arrastrarme hasta el baño.

Separo mi pierna, colocándose en medio de ella. —"Ricky..."— Me calla colocando sus labios contra los míos. Me encantaba la manera en que me besaba.

Lo sentí subir mi vestido. —"No creo que este sea el mejor lugar para esto". — Dije, separándome de sus labios unos centímetros.

—"Lo hubiera pensado antes de dejar que un estúpido te tocará de esa manera". —Dijo subiendo mi vestido hasta la cadera. Sin duda su lado posesivo hizo que me mojara más de lo que estaba.

Mire cómo colocó su pistola en el lavamanos, luego se desabrochó el pantalón antes de dejarlo caer hasta su rodilla, un segundo después lo acompañó su bóxer liberando su pene, mire cómo lo tomó en sus manos antes de empezar a moverla.

Agarro mi rodilla. jalándome hasta el borde del lavamanos. Colocó una mano en mi braga. —"No te atreva a romperla".— dije.

—No te preocupes, te follaré con ella puesta".— echo mi braga hacia un lado, luego coloco su pene en mi entrada.

—"¿Está lista para recibirme?" —pregunta, pero no esperó mi respuesta. Entró dentro de mí de golpe, y un gemido en forma de grito salió de mi boca. Su tamaño era grande, nunca podría acostumbrarme a él.

—"Muévete".—dije. — Me miró a los ojos, dedicándome una sonrisa perversa. sus pupilas estaban dilatadas por el deseo. Y fue entonces cuando empezó a moverse. Cada vez más rápido que el anterior.

Eche la cabeza hacia atrás—"Ricky". — Gemí.

—"Sabe lo loco que me pones cada vez que te escucho, gemí mi nombre". — Comenzó a empujar sin piedad, fuerte, rápido. Robándome el aliento.

Agarró un puñado de mi cabello con su mano e inclinó mi cabeza hacia atrás. Exponiendo mi cuello para una chupada áspera. Sabía que mañana tendría una marca.

—"Tu cuerpo fue hecho para mí. Tu dulce vagina fue hecha para esto. Para recibir mi pene". — Jadeé y gemí mientras empujaba una y otra vez sin piedad. haciéndome sentir cosas que nunca había sentido antes.

—"¿Alguien dentro?" Escuche a alguien gritar del otro lado de la puerta, mire a Ricky.

—"Oh, Dios mío, nos va a haber". — Pero él siguió moviéndose como si nadie estuviera afuera. —"Ricky". — Le insistí para que se detuviera.

—"Respóndele o de otra manera va a entrar y no dejaré de follarte por eso".— De verdad que este hombre era un completo loco.

Me levantó del lavamanos entre sus brazos y empezó a caminar hacia la puerta, todavía dentro de mí.

Cuando llegamos a la puerta, se acercó a mi oído. —"Le habla para que se vaya o le damos un espectáculo". Sin duda no quería que entrara.

Forcé mis palabras. —"Sí, está ocupado".

Cuando finalmente la chica se fue, Ricky volvió a llevarme al lavamanos colocándome nuevamente sobre el.

Empezó a moverse nuevamente. — Dejó escapar un gemido brutal de su boca y puso su boca sobre la mía sin detener los movimientos de su cadera. Gemí entre sus labios.

Pensé que no podía mejorar, pero luego comenzó a empujar su duro pene de una manera que golpeaba un punto específico dentro de mí una y otra vez.

Agarro mi cabello, tirando de mi cabeza hacia atrás. —"Eres como un puto vició, cada vez es más rico estar dentro de ti".— Empezó a moverse, entrado de golpe dentro de mí, cada vez que entraba lo sentía más profundo.

—"Dime que eres mía, dilo." —No respondí, esta vez no fue porque no quise, esta vez fue porque las palabras no salían de mi boca. No podía hablar.

Colocó su mano libre sobre mi cuello, envolviéndolo con su mano. Apretó no lo suficiente fuerte pero sí lo suficiente para volverme loca. Su cadera chocaba conmigo mientras sus manos estaba alrededor de mi cabello y cuello inclinándome hacia atrás. — Si no fueran por mi mano, me habría caído.

—"Dime de quién demonio eres".— Su voz era más ronca, más profunda.

—"Tuya, soy completamente tuya".—dije con el aire entre cortado.

—"Así es amor, eres mía. Mía, desde el momento que mi pene entró en ti. —Me jalo hacia él antes de chocar sus labios con los míos.

—"Disfruta, vente alrededor de mi pene".— No pude evitar seguir sus órdenes. Ricky gimió cuando la parte más íntima de mí se aferró a él.

—"Sí. Apriétame, cariño. Mierda, no me canso de que te corras a mi alrededor".

Mis ojos rodaron hacia atrás en mi cabeza. Mi cuerpo se estremeció. El mundo entero se detuvo cuando el orgasmo más poderoso que jamás había experimentado me invadió.

—"Estoy cerca, a punto de llenarte".— Finalmente, Ricky dejó escapar un gemido salvaje cuando algo cálido y húmedo comenzó a llenarme.

Ricky presionó su frente sudorosa contra la mía, dejando besos en mis labios.—"¿Está bien?" — preguntó mientras retiraba suavemente parte de mi cabello de mi cara.

—"Completamente bien".—respondí.

Salió de mí. — Me ayudó a ponerme de pies. Envolvió sus brazos sobre mi cadera.

— "Vamos, la noche apena está empezando y yo todavía quiero disfrutarte"

Amor Peligroso {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora