Alemania

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<<No sabe el lobo que caperucita
va al bosque por él>>

Adelaida

Llegamos a Alemania anocheciendo. Mateo insistió en acompañarme.

—"Está todo listo para quedarnos en el hotel". — Quería ver a Ricky, para eso vine, pero no sabía dónde quedaba su casa, tenía que esperar hasta mañana para verlo en su oficina. — "Vamos, estoy cansada por el viaje".

Cuando llegamos al hotel fui directo hacia la habitación. —"Mi habitación es la que está al lado". — Me informa Mateo.

—"No te preocupes, no pasará nada, además llevo conmigo la pistola de Alex"

Luego de darme un delicioso baño, me tiré a la cama a dormir.

La mañana siguiente estoy maquillándome para ir a ver a Ricky en su oficina. Tocaron las puertas. —"Pasa está abierta". — Me giré pensando que era Mateo, pero solo era una chica del servicio de habitación. —"Vengo a traerle el desayuno". — Le hago seña para que lo deje en la mesa. —"Gracias".

Agarré la taza de café, necesitaba tener mucha energía para ver a Ricky. Luego de algunos minutos volvieron a tocar la puerta. Mateo entró a la habitación.

— "Buenos días"—dije girándome hacia él. —"Tenemos problema" —dijo acercándose a mí.

—"¿Qué ocurrió?". — preguntó.

—"El mafioso de España acaba de informarle a Lucas que no hará negocio con usted". Era todo lo que necesitaba para que mi ánimo se fuera a la mierda.

—"¿Dijo el motivo?"

—"No"

—"Joder, algo debió pasar". — Nadie se echa para atrás a ganar el doble de lo que puede ganar en su puta vida.

—"Lucas viene de camino"

Alrededor de tres horas Lucas llegó al hotel. — Lo abracé, tenía día sin verlo.

—"Puede decirme qué pasó, por qué motivo Noah cambió de decisión"

—"Solo mando a decirle que negociaba con usted si aceptaba que siguiera la alianza con Ricky".— La única condición que puse para negociar era que no podía seguir en alianza con Ricky.

—"Quién se cree que es para ponerme condición" Nadie me dice qué tengo que hacer.

—"Ofrécele el doble de lo que acordamos, pero esa alianza que tiene con Ricky debe acabar". — Era parte de mi plan dejarlo sin aliado; no iba a echarme para atrás por un maldito hijo de puta.

—"Entendido, reina".—Responde Lucas.

—"También infórmale que me reuniré con él desde que llegue a Italia". Primero tenía que encargarme de la mercancía de cocaína que llegará bien mañana a Alemania.

— "Mateo, vete a Italia, necesito que esté allá para la mercancía de arma de los rusos y para que me confirme el transporte del camión que viajará aquí mañana. Lucas se quedará conmigo"

Me giré hacia Lucas. —"Vámonos, tenemos que llegar a la empresa de Ricky".

Lucas condujo hasta la empresa de Ricky. —"Date una vuelta, te llamaré cuando termine".—dije. Empecé a caminar hacia la empresa.

Cuando llegué a la puerta de su oficina, la secretaria me detuvo. —"El Sr. Ricky no se encuentra".

—"Lo esperaré en su oficina". — Empecé a caminar pero la muy estúpida me cortó el paso.

—"Espérelo aquí afuera". — ¿Quién demonio se cree para darme órdenes a mí?

—"Contaré hasta tres si no te has movido, te moveré a mi manera".—Se movió para dejarme entrar. —"Gracias".— dije pasando frente a ella mientras le mostraba una sonrisa.

Entré en la oficina de Ricky, me traía el recuerdo de la primera vez que tuve aquí. Cuando entré por esta oficina quería darle un tiro desde que entrara por la puerta, pero cuando lo vi mis planes cambiaron.

Alrededor de media hora seguía sentada en el asiento de Ricky sin señal de él. Ya estaba a punto de pararme e irme cuando escuché la voz de su secretaria. — "Sr. Ricky, ¡qué bueno que llegas!"

Amor Peligroso {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora