Amor Peligroso {1}

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Adelaida

Lucas y Mateo me llevaron a una habitación donde se encontraba el tipo que lograron atrapar, estaba en una silla amarrado.

—"No ha querido decir nada"— dice Lucas.

Me acerqué a él. —"¿Quién te mandó?" — No respondió. —"¿Quién es tu maldito jefe?" — Pero el muy estúpido solo sonrió.

—"Pero si es la zorra de Italia".— Dice riéndose.

—"Te voy a enseñar que tan zorra puedo ser". — Mire a Mateo. —"Reviéntale la puta cabeza, no me importa si lo mata. Si vivo no habla, no hay necesidad de que siga respirando".

Miré cómo Mateo empezó a golpearlo como si fuera un saco de boxeo. Pero el muy estúpido seguía riéndose.—"Detente".— dije. Mateo se detuvo.

Me acerqué al tonto. — "Te daré unos minutos para que piense bien tu respuesta, cuando vuelva ya no serán golpes".

Salí nuevamente hacia la sala con Mateo y Lucas siguiéndome.

Mire a Lucas—"Necesito que consiga más hombres, no sabemos quién está atascándonos. Quiero dos hombres en cada esquina de la nueva casa. ¿Entendido?"

—"Claro, reina".— Responde Lucas.

Ana se acercó a nosotros. — "Sé que ahora está ocurriendo un problema, pero necesito recordarte que tienes que comer".

¿Qué haría sin Ana? —"Bien, traerme lo que sea"

Cuando terminé de comer, fui de nuevo hacia la habitación donde se encontraba el estúpido con Mateo y Lucas.

—"Espero que los minutos a solas te hayan ayudado". — Le hablé mientras me acercaba a él.

—"No le diré nada a una zorra".— contesta.

—"Coste que quería ser buena contigo". — Saqué mi pistola apuntándolo. —"Qué te parece mejor negociar" — Era buena haciéndolo y de verdad necesitaba saber el nombre de su jefe.

—"No".—respondió.

—"Te dejaré vivo, no solo eso, ahora mismo te daré un millón de dólares por la información". — Hablé ignorando sus palabras.

—"Mentira, está mintiendo".— dijo.

—"Nunca miento, tú eliges una bala en la cabeza o un millón de dólares". — Si todas las opciones fueran así de fáciles, el mundo sería otro.

—"Ricky Williams, el mafioso de Alemania". — Me mira. — "Él fue quien nos contactó y no mandó la ubicación de esta casa".

Sus palabras fueron como piedras en la boca de mi estómago. Casi se me cae la pistola de la mano.

«Tiene que ser mentira, esto es una puta mentira.»

Lo miré. —"Si estás mintiendo, olvídate de negociar"

—"No miento, él fue que me mandó medio millón de dólares para venir aquí"

Empecé a caminar hacia la puerta con miles de pensamientos en mi cabeza.

—"¿Qué hacemos con él?" —pregunta Mateo.

—"Mátalo, no perdono a quien se atreva a atacar a mis hombres".— conteste. Esto también iba para Ricky.

—"Zorra sabía que era una puta mentirosa"— gritó el estúpido.

Lo ignoré y me giré hacia Lucas. — "Vamos, necesito hacerle una visita a Ricky"