Amor Peligroso {1}

El jodido mundo

Ricky

Obligué a Mateo a que me llevara a la nueva casa de seguridad. De camino le mandé un mensaje a Isaac, que lo necesitaba en Italia.

Cuando llegue a la casa de seguridad de Adelaida, mande a reunir a todos sus hombres.

—"Seré su nuevo jefe".—dije tomando asiento.

—"Solo recibimos orden de reina, no de un extraño".— escuché a un pelele hablar.

Me paré de mi silla y caminé hacia él. —"Tu reina está en peligro ahora, tomaré su lugar hasta que la recuperemos. Si no está conmigo está contra mí". — Levanté mi pistola apuntándolo. — "Y el que está contra mí no merece seguir viendo la luz del sol"

—"Tranquilo".— Escuché hablar a Mateo. — "A igual que todo, solo queremos recuperar a la reina, su ayuda nos vendría bien para esta guerra que se aproxima".

Al parecer tenía buena autoridad, porque todo lo aceptaron con la cabeza.

—"Si es por nuestra reina, estamos al servicio de usted".— habla el hombre que habló antes.

—"Muy bien".— respondí bajando mi pistola.

—"¿Cuál es el plan?" — pregunta uno de ellos.

—"El puto plan es". — Miró a todos los hombres. Lo que estaban en la sala era mucho, al parecer Adelaida contrató más personas. —"Quiero 50 hombres recorriendo cada esquina de Italia, casa por casa si es necesario. 50 hombres más haciendo lo mismo en España". — Levanté mi pistola de nuevo. — "Tienen la puta orden de matar a todo el que no se atreva a dejar revisar su casa, me importa que sea el mismo presidente, límpiese el puto culo con él"

—"Entendido".— Lo escucho decir.

—"Necesito que me traigan informaciones, no quiero que se acerque a mí si no me traen noticia de Adelaida".

Me giré hacia Mateo. —"Tú te quedarás con los 50 hombres recorriendo Italia, yo iré a España".

—"¿Qué pasará con tus hombres de Alemania?" — pregunta.

—"Cuando Isaac llegue le ordenaré algo".

Todo empezaron alistarse para lo que se aproxima: íbamos hacer una puta guerra, si era necesario, matar al mismísimo presidente, si decía algo.

El primer grupo de 50 hombres se fue a recorrer cada rincón de Italia, no podía salir todavía, tenía que esperar a Isaac.

Alrededor de tres horas, Isaac apareció. — Se acercó a mí casi corriendo.

—"¿Qué diablo pasa, porque me manda a llamar así?" — pregunta.

—"Contrata a más hombres en Alemania, necesito que mande 50 hombres a cada país que tenía un aliado, no me importa si a Rusia. También quiero 50 hombres recorriendo Alemania entera.

—"¿Por qué?  ¿Qué pasa?"

—"Secuestraron a Adelaida"

Me mira de arriba abajo. — "Joder, creí que era importante, está haciendo esto por una mujer".—Sus palabras sacaron lo peor de mí.

Tomé mi pistola y la coloqué entre su frente. — "No es solo una mujer. Es mi mujer, es la madre de mi futuro hijo. Cuidado que por ella soy capaz de olvidar los años de tu servicio"

Sus ojos se abrieron. —"¿T-tu hijo?" — pregunta tartamudeando.

—"Sí. Adelaida está esperando un hijo mío. No dejaré que nada le pase a ella o a mi hijo. Me entiende". — Bajé mi pistola. — "Así que ve hacer lo que te pedí, no quiero que me llames si no tienes información de ella. Necesito viajar a España".

—"¿Qué hay en España?"— pregunta.

—"Alguien a quien estoy a punto de matar"