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—Bueno y como te decía, la fundación está bien. Tengo planeado realizar una actividad, pero necesito una temática así que, debo pensar muy bien para que los donadores se motiven a apadrinar un niño para que le dé continuidad a su tratamiento —le comenta Jimin a su padre.

—Si quieres que los donadores apadrinen un niño de tú fundación, tú debes de apadrinar uno, hijo.

—Lo sé, ya lo hice —alardea con malicia el castaño.

—¿A quién y por qué lo sé hasta ahora? 

Jimin se remueve en la silla, de las cosas que más le molestan de su padre es que quiera saber todo antes de que él tomé una decisión.

—Es Emma. Y no te lo dije porque es algo personal papá, sabes que detesto que alardees con tus amigos sobre a quién le ayudó y a quien no —contesta con irritabilidad.

—Jimin, hijo…

—No papá, lo digo enserio —lo interrumpe.

—Entiendo, entiendo. No te enfades.

El castaño se cruza de brazos y suelta un largo y pesado suspiro mientras su entrecejo se frunce.

—Hijo

—Buenas… perdón por interrumpir —habla Jeon, al ver a su padrino y a su novio en la oficina.

—Está bien, de todos modos ya me iba —farfulla Jimin, poniéndose en pie.

—No, toma asiento de nuevo —le ordena su padre.

—No quiero.

—Jimin, siéntate —demanda entre dientes, Won. Ganándose una mirada tierna de su hijo. —Por favor hijo —agrega, está vez cambiando el tono de su voz.

—No quiero escuchar sus conversaciones —balbucea el castaño.

—Yo si quiero que las escuches, así que siéntate —dice su padre—. Tú también Jungkook, toma asiento.

El pelinegro se adentra a la oficina, le da una breve mirada a su novio y luego guiña uno de sus ojos mientras Won les da la espalda para tomar asiento tras el escritorio.

—Saluda Jimin, no seas mal educado —lo reta su padre.

El castaño tuerce sus ojos, ve a Jeon y alza sus cejas al verlo reírse debido a que su padre le ha llamado la atención.

—Jungkook —saluda entre dientes.

—Jimin —saluda Jeon, tomando asiento mientras se fuerza a dejar de reír.

Los dos se obligan a desviar sus miradas, saben que deben disimular si no quieren que Won descubra su noviazgo.

—Muy bien, ya que ambos están sentados puedo darles la noticia —habla el señor Park.

—¿Qué noticia? —curiosea Jimin.

—Jeon, quiero que pelees contra Andrei —suelta de sopetón, sorprendido a su hijo, pero no a su apadrinado.

—Andrei está en peso medio papá —recalca el castaño, dejando claro que su novio está en una categoría baja.

—Él puede subir de peso. ¿Verdad, Jeon? —replica Won, mirando y señalando al pelinegro.

Jungkook ve a Jimin con brevedad y luego a Won y contesta—. Sí, por supuesto que sí, señor.

El castaño suspira y se cruza de brazos, mira a su padre y necesita al menos asegurarse que su novio va a ganar buen dinero en esa pelea sin importar el resultado.

—Dime que la paga será buena sea cual sea el resultado —le pide su hijo.

—Voy a ganar —asegura Jeon.

ÉliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora