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POV. Jimin

La mudanza tardó más de lo esperado, las últimas cosas llegaron un mes y medio después. Jungkook decía que era comprensible, pero para mí no lo era, no cuando son mis pertenencias y las de Emma.

Después de todo las cosas llegaron aunque algunas en mal estado. Jungkook, se encargó de repararlas junto a Johann y Jamal.

Llevamos tres meses en Alemania y no puedo admitir por completo que me he acostumbrado. Y tampoco creo que Emma lo haya hecho, se queja por el clima helado y porque le duelen los dedos de las manos y sin descartar que no entiende nada en su nueva escuela.

Ella y yo hicimos un trato, ninguno se quejaría con Jungkook sobre Alemania, solo lo haríamos en secreto para no hacerlo enfadar o hacerlo sentir mal.

El timbre suena y bajo los escalones lo más rápido que puedo con cuidado de no tropezar. Veo por la mirilla y ahí está el cartero con un paquete. Retiro el pestillo, abro y de inmediato saludo—. Guten Tag.

El cartero de Fedex corresponde mi saludo, agrega un par de palabras en alemán que no entiendo, entonces solo me limito a sonreír y luego firmo de recibido. Veo la etiqueta y suelto un chillido de emoción al darme cuenta que es de Amber.

—Te amo, te amo —canturreo emocionado, trotando hacia la cocina.

Cojo uno de los cuchillos y a toda prisa me encargo de abrir la caja, lo primero que hay dentro es un vestido Chanel para Emma. Lo doblo y lo dejo en la mesa de la cocina, regreso mi atención a la caja y veo uno de mis joyeros y sé que se tratan de mis collares, brazaletes y anillos de menos valor. Al final hay un conjunto de color beige Versace para Jungkook. Regreso todo adentro y me encargo de llevar las cosas a su lugar.

Dejo el vestido de Emma en su ropero, salgo de la habitación y voy a la nuestra. Guardo mi joyero en el tocador y dejo el traje de Jungkook sobre la mesa de noche, miro el resto de ropa que me falta por doblar y con pesadez regreso a mi asignación anterior.

La adaptación al país no es lo único que me está costando, es difícil poder cocinar, también limpiar todos los días y encargarme de toda la casa mientras Jungkook, entrena toda la mañana. Por la tarde sigue trabajando de lavar trastes en un restaurante desde que se mudó a Alemania y al salir entrena dos horas más, antes de regresar a casa pasa visitando a Elda en su cafetería y luego regresa.

Elda es una maravillosa mujer, además de amar con locura a Jungkook, también ama mucho a Emma y por supuesto a mí. Es excepcional, los días martes, jueves y sábados voy a su cafetería, en estos meses intenté lavar trastes, pero resulta que el clima frío y la humedad del agua al humedecer mis manos me causa mucho dolor hasta el punto de no poder mover mis dedos.

Entonces trabajo por las tardes como mesero, soy bueno con las personas y debido a eso no tengo problema con ello. Con lo que si tengo problemas es en la cocina, Elda, es muy buena cocinera, incluso, Rosalina y su novio lo son, pero no yo. Yo soy muy malo, siempre me quemo, le agrego demasiada sal o muy poca, olvido un ingrediente importante o se me quema lo que preparo.

Elda y Jungkook dicen que solo es cuestión de práctica, yo creo que la cocina y yo no nos llevaremos bien nunca, pero luego escucho a Emma relatar sobre las loncheras de sus compañeras de clases, y entonces cojo motivación para ver tutoriales en casa y así prepararle su lonchera.

Jamás pensé que podría conseguir hacer todo por mi mismo, todo el tiempo tenía alguien que alistaba mi ropa, cargaba mis compras, hacia los quehaceres, mi comida. Y ahora, ahora; todo lo hago yo con la ayuda de Jungkook cuando regresa de sus entrenamientos.

Termino de doblar las camisas y las ordeno en su respectivo estante. Me aseguro que todo dentro de la habitación quede arreglado, veo la hora y me doy cuenta que Emma está por regresar de visitar a Elda.

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