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El mes había pasado rápido para ahora la recién pareja de esposos. Entre dobles jornadas de entrenamiento, alimentarse y dormir bien, Jeon está listo para su pelea.

Por su parte, Jimin tuvo que ajustarse un poco, todo el mes promocionó sus bolsos, gafas, hasta su colección de autos.

En la llamada después de quince días separados, el castaño consiguió mantener en secreto su grandiosa y costosa venta de garage con Jungkook. Quería encargarse de este asunto solo por primera vez sin preocuparlo y acudir a él para ser ayudado.

Entonces la charla principal se basaba en las travesuras de Emma con el maquillaje de Amber. De lo mucho que lo echa de menos y del avance de la decoración del edificio.

—Necesito vender el Audi —comenta triste el menor 

—Acabas de decir que es tu auto favorito —le recalca Amber.

—Sí, pero me darán mucho dinero. Incluso si me pagan la tercera parte de lo que vale mi Audi es mucho dinero —replica Jimin.

—Insisto en que no debes hacer esto —murmura Amber.

—¿Hacer qué? —indaga Rosalina.

—Vender su Audi —contesta la estadounidense mientras pone sus ojos en blanco.

—Pero quiero hacerlo, debo pensar en el futuro de Emma —explica el castaño.

—¿Jungkook lo sabe? —inquiere la alemana.

—No, se lo diré cuando nos volvamos a ver —responde con rapidez el castaño.

—Jimin…

—Escucha, necesito ayuda, por favor ayúdame a conseguir un cliente. Tú ahora eres mi familia, confía en mí, se lo diré a Jungkook cuando nos veamos. Por favor —le implora el castaño.

Y de esa manera Jimin había convencido a Rosalina para ayudarlo, y mantener el secreto con Jeon. Una semana después la alemana había conseguido un comprador, uno dispuesto a pagar la suma acordada.

—Jimin, necesito que firmes —le pide Rosalina.

—¿Ahora? —inquiere mientras le coloca una blusa con el rostro de Jungkook a Emma.

—Es para el traspaso del Audi —le hace saber la rubia—. Su abogado espera afuera, podrías solo…

—Voy, voy —repite apresurado. —Emma, colócate los zapatos —le indica a la niña. —Se me hizo tarde, espero llegar antes de la presentación o Jungkook se molestará —balbucea, coge el lapicero y firma sobre la línea. —Ya está, gracias por la ayuda, Rosalina —agradece.

—Estoy lista —anuncia Emma. —Jimin, no encuentro mi dedo de espuma —se queja la niña.

—Te compraré uno en el domo, ahora vamos —toma la mano de la niña y caminan hacia la puerta.

—¿Rosalina, no viene? —indaga la castaña.

—Sí, solo le entregaré el traspaso al abogado y las alcanzaré —contesta la rubia.

—Nos vemos —se despide Jimin.

El castaño y la niña suben a la camioneta en la cual Amber es la conductora designada, debido a que Jimin está un poco nervioso a causa de la pelea de Jeon.

En el domo, en la parte del vestidor de Jungkook se encuentra realizando el último calentamiento, lanza un par de patadas y puñetazos y luego Jamal se acerca a él para practicar grappling.

La puerta se abre y proceden a revisar su vendaje y por último sus guantes, minutos más tarde la hora crucial llega, el primero en salir es el retador proveniente de Estados Unidos. Él es el siguiente, dos guardaespaldas lo acompañan y atrás su equipo que lo sigue de cerca. Cuando recorre el pasillo escucha los gritos del público, el domo está lleno, ve hacia atrás y Johann se encoge de hombros y sonríe ladinamente.

ÉliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora